La noticia de la muerte del número dos de las FARC, Raúl Reyes, en una operación militar, fue recibida como una cachetada a la esperanza por el centenar de personas que participaron este sábado de una manifestación en favor de Ingrid Betancourt frente a la embajada de Colombia en París.
Los artistas, intelectuales, ediles y representantes de asociaciones se manifestaron en solidaridad con los rehenes y con el objetivo de llamar al presidente colombiano Alvaro Uribe para que abra camino al diálogo, luego de los gestos unilaterales de la guerrilla de las FARC, que liberó a seis rehenes en los últimos dos meses.
Cuando se retiraban, luego de escuchar entre otros, a Fabrice Delloye, ex marido de la franco-colombiana, y a su hijo Lorenzo, comenzó a correr la noticia de la muerte de Raúl Reyes, lo que erizó el ánimo de la multitud, visiblemente preocupada por las consecuencias del episodio para el futuro y la integridad de los secuestrados en poder de las FARC.
" No juzgamos el acto del gobierno colombiano, pero consideramos que se trata de un acto que no era necesario", declaró por teléfono a la agencia AFP el vocero del Comité de solidaridad con Ingrid Betancourt de París, Hervé Marro. Preocupado por eventuales represalias de la guerrilla, Marró llamó "a las FARC a la razón" y a "no provocar nuevos sufrimientos".
El ex marido de Betancourt y padre de sus hijos no se desesperó ante la noticia de la muerte, que calificó de "hecho de guerra", y estimó no tendría consecuencias para los rehenes. "En ningún caso puedo pensar que la guerrilla pudiese tomar represalias contra los rehenes, pues quedaría completamente descalificada y siempre las FARC han dicho que los secuestrados son prisioneros de guerra", explicó.
Delloye manifestó que es claro que este episodio no ayudará a avanzar en las negociaciones y "en el mejor de los casos las va a retardar" e "incluso se corre el riesgo de que pueda bloquearlas", declaró.