Mientras la Casa Rosada y el Grupo Clarín esperaban expectantes el resultado del Concurso 258 para el Juzgado Civil y Comercial Federal 1 -el que debe destrabar la denuncia del multimedios contra la Ley de Medios- militantes de La Cámpora con traje y pancartas intercambian cánticos, insultos y amenazas en la puerta de la Magistratura con abogados y jueces que apoyan al bloque "anti K".
Unos cincuenta jóvenes K con pancartas como "No a los jueces de Clarín" o "Magnetto dejá actuar a la Justicia" son separados por una docena de policías y otro grupo de Infantería para evitar incidentes con unos cien miembros de asociaciones de jueces y abogados que también acudieron con banderas.
El grupo ultra K estaba comandado por Juan Manuel Fonroig, dirigente camporista de la Provincia y gerente de Télam. "Si sos de Perfil no voy a hablar con ustedes", respondió tajantemente ante la consulta sobre el motivo de su presencia en la puerta del organismo que nombra y juzga a los jueces de todo el país.
Luego de dos sesiones del Plenario que fracasaron, se esperaba que esta tarde hubiera un acuerdo para conformar la terna del Concurso 258. En el quinto lugar para cubrir cuatro juzgados -luego es la Presidenta la que elije sus candidatos y el Senado el que debe ratificarlos- quedó la funcionaria del ONABE (Jefatura de Gabinete) María Lorena Galgliardi, una abogada de 39 años que intentó recusar al consejero Ricardo Recondo y así se desató una serie de infructuosas negociaciones entre kirchneristas y opositores en la Magistratura.
El nudo del polémico concurso es si la funcionaria K quedaba fuera del concurso o si los jueces seleccionados debían volver a ser discutidos en la Comisión, que hasta ahora estaban negociando los dos bloques.
En medio de ese tironeo entre oficialistas y opositores para intervenir en la elección de la persona que se haga cargo de ese juzgado, el juez jubilado Raúl Tettamanti renunció al cargo de magistrado subrogante en la causa donde se tramita la posible inconstitucionalidad del artículo 161 de la Ley Medios. Tettamanti advirtió en su renuncia que sintió "violencia moral" y un "grado de intranquilidad no sólo personal sino familiar", en relación a la presión a la que lo sometió el ministro de Justicia, Julio Alak.
(*) De la redacción de Perfil.com