Las idas y vueltas por pastera Botnia sobre el río Uruguay continúan entre los gobiernos uruguayo y argentino, y por estos días el canciller Héctor Timerman se encuentra negociando con el vecino país las condiciones del monitoreo sobre la planta ubicada en la ciudad de Fray Bentos, en medio de la presión de los asambleístas de Gualeguaychú, que pidieron hoy que el acuerdo entre ambos países "se plasme en un documento".
El pedido de los asambleístas viene un día después de un cruce de mensajes que mantuvo Timerman con la cancillería uruguaya, y que reclamara el acceso irrestricto de científicos a la planta ubicada sobre el Río Uruguay, según informó hoy el Diario Perfil .
El origen del contrapunto se centró en las declaraciones del subsecretario de Relaciones Exteriores oriental, Roberto Conde, quien le había asegurado a la prensa de su país que ya se había llegado a un acuerdo con Argentina para que científicos controlen la pastera y los emprendimientos ubicados en la cuenca sur del Río Uruguay. “La negociación política está cerrada. La voluntad política de cerrar este acuerdo es irreversible. Ahora se está trabajando en la materialización y en los detalles, por lo que es obvio que se tiene que dar toda esta instancia de intercambio”, precisó a la radio El Espectador.
Pero Timerman fue más cauteloso. “Nuestra Cancillería desconoce a qué se refiere”, señaló el funcionario argentino, en la popular red social Twitter. “¡Insisto! El acuerdo es simple: acceso irrestricto a los científicos para que controlen Botnia y todos los establecimientos industriales y agropecuarios en ambas márgenes del Río Uruguay”, precisó. Luego amplió: “Por supuesto que la Argentina acepta acceso irrestricto de científicos de ambos países a TODAS (sic)las plantas en la ribera argentina del Río”.
Hoy los asambleístas decidieron hacer conocer su postura respecto de ese supuesto acuerdo entre ambos países para controlar el funcionamiento de Botnia, porque dicen que desconfiaban del cumplimiento por parte del gobierno de José Mujica, informó la agencia DyN. "Considero que lo mejor será que el acuerdo no sea de palabra sino que se plasme en un documento porque al gobierno uruguayo no se le puede creer nada", manifestó el asambleísta Jorge Fritzler, que anticipó que la próxima será "una semana decisiva".
Según advirtió, "Botnia y Uruguay van a poner todos los palos que puedan en la rueda" y, ante ese probable escenario, advirtió que "si no (colaboran), tendrán que aguantarse las medidas de Gualeguaychú".
Fritzler remarcó que las negociaciones entre Argentina y Uruguay "tienen plazo, que es el 2 de agosto”, que es, además, “el plazo de la Asamblea para flexibilizar el corte". En el mismo sentido, indicó: "Ahora no pueden decir que estamos cortando la ruta, así que al Uruguay se les están acabando las jugadas, ahora no tienen la excusa del corte para decir que no pueden controlar a Botnia".
Sobre el futuro monitoreo, dijo que "esperamos que participen de los controles los mejores científicos argentinos, y que alguien de confianza de la Asamblea confirme que las cosas se hagan bien".
Desde el 19 de junio, y por un plazo de dos meses, la Asamblea Ciudadana Ambiental Gualeguaychú dispuso una tregua en el corte de la ruta internacional 136, a la espera del avance de las negociaciones entre los dos gobiernos. El 6 de julio se reunieron con Timerman, y salieron "conformes" del encuentro. Aunque se siguen manteniendo en alerta.
Por otra parte, los ambientalistas realizarán el jueves una protesta frente a la Embajada de Finlandia en Buenos Aires, con la participación de vecinos de Gualeguaychú junto a entidades vecinales y ambientales de Buenos Aires en la protesta frente a la sede diplomática, ubicada en avenida Santa Fe 846.
