Israel prepara la visita de una delegación de alto nivel político para la conmemoración de un nuevo aniversario del atentado contra la embajada en Buenos Aires, ocurrido el 17 de marzo de 1992, en el que murieron 29 personas y más de 240 resultaron heridas. El acto se realizará el 19, porque dos días antes serán las elecciones en ese país.
La visita ocurrirá luego de las críticas contra ese país que lanzó Cristina Kirchner durante la Asamblea Legislativa del 1º de marzo pasado, y en el marco de los efectos políticos que tuvo la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Fuentes diplomáticas confirmaron a PERFIL que Argentina ya respondió al pedido de reunión que solicitó la representación israelí durante la visita de la delegación que encabezará el ministro de Agricultura Yair Shamir, hijo del ex premier Isaac Shamir, uno de los padres fundadores de Israel.
Sin embargo, no será el canciller Héctor Timerman quien se encuentre con Shamir, porque realizará un viaje que, según se indicó a este medio, estaba “programado con antelación”. El canciller ayer participó de la cumbre de Unasur en respaldo a Venezuela. La cita protocolar con Shamir quedará a cargo del vicecanciller, Eduardo Zuain.
Estas mismas fuentes señalaron que los últimos intercambios entre las cancillerías de los dos países han sido de tono amable. Esto contrastó con el duro discurso presidencial –en el que se acusó a Israel de dar poca importancia al atentado contra la embajada en comparación con el ataque a la sede de la AMIA– y la respuesta israelí, en la que se recordó que la responsabilidad por la seguridad de la sede diplomática y la investigación de la voladura es del Estado argentino.
A pesar de que la visita aparece como una respuesta directa a las acusaciones de la Presidenta, desde la embajada israelí en Buenos Aires se aclaró que el alto perfil político, que también incluirá a numerosos altos cargos de la cancillería israelí, fue programado antes del 1º de marzo.
Sin embargo, es difícil de sustraer del particular contexto político que desató la muerte de Nisman, seguida de una carta de Timerman a sus contrapartes de Israel y EE.UU., en las que destacó que la Argentina se opone a la “violación” de su soberanía “en forma abierta como encubierta”. La respuesta del canciller israelí, Avigdor Liberman, enfatizó que todos los representantes de su país respetan las reglas de no injerencia. La misiva está fechada el 26 de febrero. Pero, pudo saber PERFIL, fue entregada luego del encendido discurso de la Presidenta del 1º de marzo.