En los dos años de gestión macrista, el número de detenciones de políticos y funcionarios vinculados al kirchnerismo ya no se puede contar con los dedos de las manos. Si bien todos fueron encarcelados por distintos motivos, la mayoría parece tener algo en común: una salud frágil que no resiste el encierro y que motiva pedidos de arresto domiciliario que, salvo excepciones, rara vez son concedidos. El último caso conocido fue el del 'Caballo' Suárez, pero la lista de detenidos dolientes es larga:
Lázaro Báez. Ingresó al Penal de Ezeiza con diabetes, arritmia e hipertensión en abril de 2016. Un año después, sufrió un cuadro agudo de arritmia y fue trasladado al Sanatorio de Los Arcos. Luego, en junio volvió a sufrir la misma descompensación. Todas las veces volvió a la cárcel, ya que la Justicia le sigue negando la prisión domiciliaria.
Julio De Vido. El exministro de Planificación tiene diabetes y pidió estar detenido en la cárcel con hospital de Ezeiza, aunque luego de realizarle estudios concluyeron que podía pasar sus días en la cárcel de Marcos Paz.
Su diabetes se agravó en el último tiempo, la cual lo obliga a inyectarse insulina más de una vez al día. Debe controlarse cuando se levanta, antes y después de cada comida, y antes de irse a dormir. Las dosis son de larga y corta duración. Por ejemplo: por las noches se aplica una dosis de insulina de larga duración para no amanecer con un pico de azúcar en sangre.
César Milani. El ex jefe del Ejército durante el kirchnerismo pidió en reiteradas ocasiones el arresto domiciliario por su resguardo físico y condiciones de salud, pero la respuesta siempre fue negativa. El hombre sigue en Ezeiza, donde está detenido desde febrero de 2017 por delitos de lesa humanidad.
Según los abogados de Milani, el "agravamiento en sus condiciones de encierro" y el "contexto hostil" que dijo que enfrenta el militar en la cárcel conllevaría el riesgo de que alguien atente contra su "vida". Además, hablaron de arritmia e hipertensión al igual que Báez, y que el encierro puede afectar psicológicamente al exfuncionario.
Luis D'Elía. D´Elía fue detenido en el último mes del 2017 y presentó un pedido de prisión domiciliaria por cuestiones de salud (es insulino dependiente y tiene tres operaciones de corazón) y un hábeas corpus aún en trámite por que consideró ilegal la medida del juez Bonadio.
Milagro Sala. La líder de la Tupac Amaru fue detenida en enero de 2016 y desde entonces se fueron conociendo noticias de su "vulnerable estado psicológico", o al menos así lo describieron sus abogados. Incluso, algunos dijeron que Sala intentó suicidarse en la cárcel de Jujuy. Organismos de Derechos Humanos han pedido informes de su salud y solicitado que le concedan la prisión domiciliaria.
José López. El ex secretario de Obras Públicas también recordado como el de los bolsos del convento, quedó preso el 14 de junio y permaneció internado varios días fingiendo, aparentemente, un brote psicótico. En su módulo asignado suele tener extensas charlas con Ricardo Jaime.
Fuentes con acceso al Ezeiza, donde se encuentra preso el ex funcionario, dicen que son varias las veces que han visto a López caminar de un lado a otro y susurrando bajito. “En pocos metros va y vuelve una y otra vez y por momentos habla solo”. Por otro lado, aseguran que incluso llegó a desconfiar de sus abogados, a quienes acusó de ser “dos simuladores”. Además, según otra fuente cercana a la causa, el hombre de los bolsos “sigue pensando que en la cárcel hay micrófonos y que lo están escuchando”.
Omar "Caballo" Suárez. El ex líder del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) fue detenido hace 15 meses por lavado. Hace una semana le dieron la prisión domiciliaria por problemas de salud, aunque el fiscal Pollicita apeló a la decisión del tribunal.
"Desde hace un mes que volvió a tener deposiciones con sangre", indicó a PERFIL su abogado, Carlos Broitman, quien solicitó su internación para realizarle una batería de estudios.
El gremialista, detenido en septiembre de 2016, se sometió a una intervención quirúrgica Instituto Médico de Alta Complejidad (IMAC), para extraerse pólipos gástricos. Además, sufrió de un accidente cerebro-vascular (ACV), que como secuelas le trajo la pérdida completa de la visión del ojo izquierdo, disminución de la audición del oído izquierdo y la reducción de la motricidad, por lo que camina con dificultad, según precisó Broitman. Los médicos forenses, no obstante, aseguraron que está en condiciones de realizarse estudios sin internación.
Daniel Pérez Gadín. El contador de Lázaro Báez obtuvo el mismo beneficio que su cliente, de quedarse detenido en Ezeiza, que no es una cárcel común, alegando tener problemas de salud.
Jorge Chueco. El abogado de Lázaro fue apresado en Paraguay en abril del año pasado y afirmó que había intentado suicidarse. Al principio, su defensa intentó postergar su indagatoria al aludir razones de salud, pero los peritos hicieron saber al magistrado que el abogado de Báez no tiene problemas graves de salud. Luego quedó detenido en Ezeiza.
Héctor Timerman. Los abogados de Timerman, Alejandro Rúa y Graciana Peñafort, habían solicitado que a su cliente, que se encuentra detenido con prisión domiciliaria por la causa de traición a la patria, se le concediera la excarcelación dado su frágil estado de salud producto de la enfermedad que padece. Bonadio se la negó.