POLITICA
A cinco años del 22F

Tragedia de once: De Vido puede recibir hasta 11 años de prisión

El exministro de Planificación se quedó sin abogados para el juicio que empieza el miércoles. De no conseguir reemplazo, le asignarían un defensor público.

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Expediente. El juez Rodríguez investiga un caso revelado por PERFIL en mayo de 2016. Dijo que no hay pruebas aún para indagar a De Vido y Roberto Baratta (abajo), mano derecha del ex ministro de Planificación. | Presidencia

Julio De Vido enfrentará el miércoles su primer juicio oral, en medio de la tormenta de causas que le llovieron desde que el kirchnerismo dejó el poder, y reactivadas cuando la diputada Elisa Carrió lo trató de “protegido por el sistema político, judicial y empresarial”. El ex ministro de Planificación será juzgado por su responsabilidad en la muerte de 51 personas en la tragedia de Once. Si lo encuentran culpable, el diputado podría ser condenado a una pena de hasta 11 años de prisión.

Hoy, De Vido no tiene ni abogados. El jueves renunciaron los defensores que lo acompañaron por más de una década. En los papeles, Julio Virgolini, Adrián Maloney y Mariano Silvestroni dijeron que así no podían hacer su trabajo, que les rechazaban cada prueba que pedían. Hasta llegaron a plantearse copiar en el juicio la escena que el propio Silvestroni escribió en una de sus novelas: decirle al tribunal que guardarían silencio, sin preguntar ni alegar, porque la suerte de su cliente ya estaba echada. Pero las estrategias quedaron en nada. Aunque se habló de renuncia consensuada, sorprendió al propio De Vido. Según pudo saber PERFIL, los abogados estaban cansados de los maltratos del círculo íntimo de De Vido. Solían lidiar con el ex subsecretario Roberto Baratta y la esposa del diputado, Alessandra Minnicelli. La relación ya se había desgastado en el último año.

Allegados a De Vido buscan contra reloj un equipo de letrados que asuma su representación. Si no se deciden antes de las 9.30 del miércoles, cuando se inicie el juicio, el Tribunal Oral Federal 4 ya encargó asignarle un defensor público. Su consorte de juicio, Gustavo Simeonoff, responsable K de renegociar contratos ferroviarios, ya optó por un abogado del Estado. Procesados por estrago doloso y administración fraudulenta, intentarán demostrar que la causa de que el tren no frenara aquel 22 de febrero de 2012 fue una falla humana. "Nadie está más dolido que yo", dijo De Vido, convencido de que lo "metieron por la ventana" en esta causa. "De Vido tiene una absoluta tranquilidad sobre su conciencia", indicaron a PERFIL en su entorno.

Enfrente estarán el fiscal Juan García Ellorío y las querellas. Por un lado, la Oficina Anticorrupción (no estuvo en el primer juicio en la era K), que buscará probar que “la corrupción mata”. “No sólo robaron plata, sino que violaron derechos humanos” de las víctimas, afirman. De Vido cruzó fuerte a Laura Alonso por Twitter días atrás. Por el otro, familiares de muertos y heridos. Los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela López Iñíguez ordenaron unificar las cuatro querellas de familiares. El problema es que no hay un criterio común: la uno y la dos culparon al maquinista, la tres responsabiliza a funcionarios, y la cuatro apunta a todos.

Si se confirma el resultado del primer juicio, quedaría establecido que el tren no frenaba y que se desviaron fondos públicos para favorecer a empresarios, sin importar la suerte de los pasajeros.