Miles de personas se congregaron espontáneamente en la Plaza Independencia, en San Miguel de Tucumán, para acompañar en su pedido de justicia a Elina y Florencia Marchese, que el 21 de de diciembre del 2006, perdieron a su madre Silvia Jantzon y a su hermano Domingo en un trágico accidente de tránsito, que tuvo como protagonista a Gustavo Jiménez, hijo del entonces (y actual) ministro de Economía de José Alperovich.
La convocatoria había sido prevista varios días atrás cuando el fiscal de Instrucción Guillermo Herrera había solicitado el sobreseimiento de Jiménez, a dos días que la causa prescriba y se temía que el juez y el fiscal de cámara se pronunciaran en el mismo sentido, ya que se trataba de un hijo del poder. Pero la presión social de la sociedad tucumana, que no dudo en hacer sentir su malestar a través de las redes sociales y el acompañamiento de los medios nacionales a la causa, jugó a favor para que a horas que la causa prescriba, tanto el juez como el fiscal de cámara se pronunciaran para imputar al hijo del ministro y elevar la causa a juicio oral.
El acto, que fue la convocatoria más importante que se realizó en contra de Alperovich en los últimos años, tuvo como consigna exigir una justicia independiente para todos y a la hora de hablar, Elina Marchese contó el peregrinar en el palacio de tribunales para mendigar justicia y los obstáculos que tuvieron que superar para que la causa sea elevada a juicio oral.
Alberto Lebos, padre de Paulina, que fuera asesinada el 26 de febrero del 2006, también se sumó a las voces que reclaman el fin de la impunidad en Tucumán y no dudo en criticar con severidad al gobernador José Alperovich, a quien le exigió que le dé los nombres de los asesinos de su hija (una de la hipótesis que se contemplaron que detrás del crimen podían estar los hijos del poder).
Lebos expresó su indignación ante la impunidad en Tucumán y sostuvo que es inconcebible que cada vez que ocurre un hecho delictivo haya que venir a la plaza para hacer oír su reclamo y recordó con tristeza que pese a las 370 marchas que viene realizando, el asesinato de su hija y otros casos siguen impunes ante la indiferencia del gobernador Alperovich. A la vez que invitó al pueblo a revelarse en busca de una justicia independiente.
Vivian Perrone de la Asociación de las Madres del Dolor, fue la última en hacer uso de la palabra y exhortó a los concurrentes a no callarse y a exigir justicia cada vez que sea necesario.
(*) Desde Tucumán, especial para Perfil.com.
