En el Gobierno defienden la gestión de Arturo Puricelli frente al Ministerio de Defensa con fraternales palabras. Gestos que no alcanzarían para seguir sosteniendo una ruidosa cadena de “incómodos” errores, advierten en la Casa Rosada cuando dan por hecho que Alfredo Waldo Forti encabeza la lista de los candidatos que podrían suceder al “cansado” ministro.
El nominado ya conoce los laberintos del Edificio Libertador, lugar donde ocupa una oficina desde que Nilda Garré asumió en Defensa. Cuando ella pasó al Ministerio de Seguridad, Forti se quedó como secretario de Estrategia y Asuntos Militares.
Pero su relación con Puricelli no fue buena y volvió al mismo cargo que tenía durante la gestión de Garré: secretario de Asuntos Internacionales.
“La interna se iba a dar en algún momento. El ministro tenía una acción más genuflexa frente a las fuerzas. En cambio, Forti tiene la escuela de Garré”, explicó a PERFIL una fuente del edificio de Azopardo 250, sede del ministerio.
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