En medio de la polémica por el uso de aviones estatales y privados para los funcionarios del Gobierno, una de las aeronaves de la flota estatal recorrió 6.000 kilómetros sólo para trasladar a Florencia Kirchner, hija de la Presidente, desde Río Gallegos hacia Buenos Aires.
El Tango 10, comandado por el piloto Sergio Velásquez, aterrizó en el aeropuerto de Río Gallegos a las 16.20 de ayer. Luego se dirigió a los hangares de la Fuerza Aérea, donde cargó combustible, informó el portal de noticias OPI Santa Cruz. Poco más de una hora después, aparecieron dos camionetas: de una de ellas, una Toyota SW4 sin patente, bajó Florencia Kirchner
Flor K, vestida de negro con zapatos claros, saludó con un beso al piloto del avión. No es de extrañar: Sergio Velásquez es un viejo conocido de los Kirchner. Fue Director provincial de Aeronáutica en Santa Crus, piloto oficial de Néstor durante su gobernación, y aún hoy es el aviador de mayor confianza del matrimonio presidencial. También apareció vinculado en la causa por el jet privado del ex Secretario de Transporte Ricardo Jaime.
Los acompañantes que viajaban en las camionetas bajaron tres grandes valijas y las cargaron en Tango 10. Florencia subió sóla y a las 18 el avión despegó hacia Buenos Aires, según OPI Santa Cruz. La hija presidencial había llegado a la ciudad santacruceña el 2 de octubre pasado junto a su madre, quien debía presidir un acto de despedida de los familiares de caídos en la guerra de Malvinas.