Un alto funcionario de la Secretaría de Inteligencia (antes conocida como SIDE) presentó dos denuncias contra Bartolomé Mitre y Julio Saguier, director y presidente del directorio del diario La Nación respectivamente, acusándolos de "calumnias e injurias". Se debe, argumenta la denuncia, a que en sus columnas de opinión el matutino afirmó que la causa judicial del atentado contra la AMIA fue "contaminada" por operaciones de inteligencia, con el objetivo de desviar a la investigación. Curiosamente, el sorteo determinó que ambas causas recayeran en manos del polémico juez federal Claudio Bonadío.
El firmante de la denuncia es Antonio Stiuso, director general de Operaciones de la secretaría de Inteligencia. Conocido entre los espías como "Jaime", Stiuso es en los hechos el hombre fuerte del espionaje local, lleva muchos años en "la casa" y ha permanecido en funciones, al margen de cambios de gobiernos y funcionarios.
Según sus denuncias, Stiuso se consideró agraviado por editoriales de La Nación en los que se opinó que la causa del atentado contra la AMIA fue afectada por operaciones de inteligencia, que buscaban desviar la investigación. Hay que resaltar que la causa AMIA, a 15 años del atentado, no ha logrado avances.
Respecto al juez Bonadío, con varios pedidos de juicio político en el Consejo de la Magistratura, ha sido también cuestionado por La Nación en sus editoriales, razón por la cual Mitre y Saguier pidieron su recusación, temiendo falta de imparcialidad. El magistrado, sin embargo, rechazó ese recurso y mantiene las causas en su poder.
"En Argentina no existe el delito de opinión, yo puedo criticar el desempeño de un funcionario, pero eso no constituye un delito", explicó el abogado constitucionalista Gregorio Badeni hablando del tema en radio Continental. Al respecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha expresado que "no puede haber responsabilidad alguna por la crítica o la disidencia, aun cuando sean expresadas ardorosamente".
"Lo que acá se quiere hacer es atemorizar", consideró Badeni, agregando que "mientras se mantenga la situación actual en la Argentina, y no entremos a la situación como la que enfrenta la prensa en Venezuela, la querella contra Saguer y Mitre no puede proceder".
Para Badeni, las denuncias representan "una continuidad de este órgano ejecutivo, que no ha tenido reparos en perseguir a periodistas". "No me cabe ninguna duda de que se va proseguir ese ataque. Uno tiene la sensación de que estamos siguiendo una política que está destinada a callar a la prensa argentina", precisó.
No es la primera vez que un funcionario kirchnerista lleva sus disputas con un medio de comunicación al plano judicial. El secretario de Medios, Enrique "Pepe" Albistur querelló a la revista Noticias por una nota sobre el polémico reparto de la publididad oficial, aunque debió retirar la denuncia pocos días después, ante las críticas generalizadas.