“Terminen con esta agonía, pero no esperen que los vaya a aplaudir”. Con esa frase el presidente de la UCR, Ricardo Balbín, le pidió a Jorge Rafael Videla, comandante general del ejercito, que derrocaran a Isabel Perón. Era febrero de 1976, faltaba 45 días para el golpe militar.
Videla y Balbín, relata Yofre, se encontraron en la casa de un amigo en común que presenció toda la conversación y la compartió con el ex jefe de la SIDE, devenido en escritor best-seller.
A continuación, el diálogo que figura en la página 333 de Nadie fue:
-Balbín: General, yo estoy más allá del bien y del mal. Me siento muy mal, estoy afligido. Esta situación no da más. ¿Van a hacer el golpe? ¿Sí o no? ¿Cuándo?
-Videla: Doctor, si usted quiere que le dé una fecha, un plan de gobierno, siento decepcionarlo porque no sé. No está definido. Ahora, si esto se derrumba pondremos la mano para que la pera no se estrelle contra el piso.
-Balbín: Si van a hacer lo que pienso que van a hacer, háganlo cuanto antes. Terminen con esta agonía. Ahora, general, no espere que salga a aplaudirlos. Por mi educación, mi militancia, no puedo aceptar un golpe de Estado.