Luego de que los resultados de ADN determinaran que los rastros genéticos no corresponden a los de Osvaldo Martínez, ex novio de una de las víctimas y único acusado de la masacre, los investigadores del cuádruple crimen de La Loma evalúan nuevas hipótesis en el caso e intentan determinar si una supuesta deuda de juego y altercados sufridos por Susana Barttole -la mayor de las víctimas- pueden estar vinculados al múltiple homicidio, según informaron hoy fuentes judiciales a la agencia DyN.
Por otra parte, el fiscal del caso, Alvaro Garganta, confirmó el hallazgo de un mismo patrón genético debajo de las uñas de dos víctimas, en dos cuchillos y en un palo de amasar, y aunque no se corresponde con el de Martínez, el joven sigue siendo el principal sospechoso, informó el diario platense El Día.
La nueva hipótesis en la que trabaja el fiscal Garganta tiene como objetivo principal a Susana de Barttole (63 años), la dueña de la casa de la calle 28 entre 41 y 42, donde el 27 de noviembre la mataron junto a su hija, Bárbara Santos (29 años); su nieta Micaela Gaelle (11) y una amiga, Marisol Pereyra (35), precisó el matutino de La Plata.
Fernando Burlando, abogado de la familia de Marisol, señaló al respecto: "Sabemos que Susana solía ir al bingo de La Plata y horas antes de la masacre, al regresar de jugar, tuvo un altercado con un hombre. Ahora se investiga si el juego o una eventual deuda pueden estar relacionadas con los crímenes", explicó el letrado.
No le caen las fichas. Al karateca Osvaldo Martínez, sospechado de la masacre de La Plata, "no le cayó la ficha" del crimen, afirmó hoy su defensor que, en las próximas horas, reclamaría su libertad por falta de mérito.
El abogado Julio Beley dijo que, sin el ADN, "no hay prueba suficiente para dejarlo detenido, por lo que pedirá su liberación por falta de mérito". "Yo creo totalmente en la inocencia de mi cliente. En su momento dije que esto (la muestra de ADN) iba a ser el elemento determinante para acreditarla; si no aparece, Martínez no estuvo" en la casa cuando se cometió el crimen, aseguró.
En declaraciones radiales, Beley insistió en que su defendido "no tuvo una coartada, contó la secuencia de lo que hizo ese día, esa es su declaración, por eso pedimos el estudio de ADN".
El abogado admitió el delicado estado emocional de su cliente: "Voy a verlo cada dos días porque tengo miedo de que atente contra su vida, porque está preso por algo que no hizo, perdió a su pareja y todavía no le cayó la ficha", confió.