El caso del prófugo chileno
Galvarino Aplabaza Guerra amenaza con convertirse en el primer cortocircuito de
Argentina con
Sebastián Piñera, presidente de Chile. El hombre, ex integrante del Frente
Patriótico Manuel Domínguez, está acusado de asesinar al senador pinochetista
Jaime Guzmán Errázuriz y de secuestrar a
Christina Edwards de Río, del diario
El Mercurio, en abril de 1991, nueve meses después del retorno de la democracia.
El caso trascendió en nuestro país cuando en noviembre de 2004, fue detenido por la Interpol
a pedido de Chile y un año después, tras un juicio, el juez federal Claudio Bonadío denegó la
extradición al país vecino bajo el argumento de que no estaban dadas las condiciones. En ese marco,
el prófugo aprovechó para solicitar al Estado argentino quedarse en condición de refugiado
político, situación que todavía no está resuelta.
Este jueves, el diario
La Tercera aportó un nuevo dato: su pareja,
Paula Chaín, es una de las redactoras del sitio web de oficial de
Presidencia
que, si bien no hizo declaraciones a la prensa, confirmó que
viven en la localidad bonaerense de Moreno y tienen tres hijos, de nacionalidad
argentina, publicó
La Nación esta mañana.
Ayer, el ministro del Interior de Chile,
Rodrigo Hinzpeter le reclamó a los ministros de Planificación y Justicia,
Julio De Vido y
Julio Alak, respectivamente, avanzar en las gestiones para destrabar la
extradición. "Yo estoy absolutamente seguro de que vamos a lograr una solución dentro del Estado de
Derecho, que la ley se va a aplicar. La Argentina tiene una legislación que va a tener que ser
aplicada por sus tribunales de Justicia y nosotros también tenemos los instrumentos jurídicos para
realizar esos planteamientos", indicó el funcionario de Piñera.
El abogado de Aplabaza Guerra, en tanto, opinó que estos pedidos se encuadran detrás "de una
operación política del gobierno de
Sebastián Piñera, que busca que el 11 de septiembre, en el primer aniversario del
golpe de Pinochet durante su gobierno, se hable de los que se opusieron a la dictadura y no de los
crímenes que cometieron los pinochetistas", replicó
Rodolfo Yanzón.