Después de llenar la Plaza de Mayo ayer y atacar con dureza a la dirigencia rural, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró viviendas en la localidad bonaerense de Tres de Febrero y, con un estilo muy light, aseguró que "son las dificultades y las adversidades las que ponen a prueba el temple y el espíritu de los hombres y mujeres que tenemos responsabilidades en la gestión".
"Pocas obras son más importantes que inaugurar viviendas", aseguró Cristina quien agregó que "sueña con una Argentina en la que el Estado no tenga que construir viviendas", pero hasta que todos los ciudadanos cuenten con los recursos "el Estado es quien tiene que cumplir este rol indelegable", acotó.
La presidenta dijo que "inaugurar viviendas es inaugurar ilusiones" y es en este tipo de situaciones en las que se siente "más presidenta que nunca". Además, se comprometió a dar todo de sí para ver una Argentina en la que se cumpla su sueño.
Al finalizar su acto, a colación de la lluvia que empañó la inauguración al aire libre (tuvo que hacerse en un gimnasio), Cristina aseveró que la lluvia es un buen augurio porque durante su casamiento con el ex presidente Néstor Kirchner "llovía a cantaros". "Es un buen augurio este día para quienes tienen la oportunidad de tener un techo propio", añadió.
En el acto, estuvo acompañada por el ministro de Planificación, Julio De Vido, el gobernador Bonaerense, Daniel Scioli, y el intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto; además de una multitud, muchos de ellos obreros con cascos amarillos, que la presidenta tanto disfruta ver en cada acto.