POLITICA
sistema de llamados automaticos

Una forma rápida y efectiva de sondear los cambios de la sociedad

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Para analizar los flujos de la opinión pública a poco más de un mes de las elecciones primarias, la consultora MGMR utilizó el novedoso sistema de IVR –llamados telefónicos automáticos– sobre más de 23 mil casos en toda la Provincia de Buenos Aires. Los datos fueron procesados por los consultores de marketing político Federico González y Cecilia Valladares.

En esta ocasión se midió el pulso de la intención de voto de los principales candidatos, tanto del oficialismo como de la oposición. Es decir, no se evaluó la imagen positiva o negativa de un dirigente, sino la posibilidad de que cada encuestado vote efectivamente a un dirigente. Se realizaron también preguntas sobre la coyuntura política bonaerense y nacional.

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Los datos de las respuestas, que son grabadas por un sistema avanzado de reconocimiento de voz, utiliza más de 240 líneas telefónicas.
En este sondeo específicamente se utilizaron cien líneas en total.

La recopilación de información y el procesamiento de datos se realizaron en forma exclusiva para PERFIL.
Del total de llamadas atendidas, se eligió una muestra de 650 casos que respondieron a un cuestionario estructurado, compuesto por un 60% de posibles electores del Gran Buenos Aires y un 40% en el interior de la Provincia, es decir, todos en condiciones de votar el próximo 11 de agosto.

El sondeo fue realizado telefónicamente el jueves 27 de junio entre las 17.30 y las 21.30. Se utilizó esta semana como parámetro, precisamente porque ya están lanzados los candidatos de todos los espacios políticos que competirán en las próximas elecciones.

El sistema IVR, por lo general, se usa para estimar de forma eficiente y rápida cuáles son las percepciones de la opinión pública en pocas horas. A él recurren, por ejemplo, muchos gobiernos para saber qué piensa un determinado segmento de la población sobre un tema vital de gestión o un episodio inesperado, como las inundaciones o un accidente ferroviario.

Las mediciones se hacen los días posteriores del evento para ver cómo fluctúan las opiniones a partir de las primeras reacciones de los gobiernos.