La foto oficial entre la presidenta Cristina Fernández y el jefe de la CGT Hugo Moyano, finalmente tuvo lugar hoy en la Casa Rosada. Esa imagen, no sólo llevó cierta calma a la incertidumbre por los reclamos salariales en las inminentes paritarias sino que también significó un espaldarazo, aunque sea momentáneo, para el camionero Moyano, frente a la permanente embestida del gastronómico Luis Barrionuevo.
En privado, los referentes de la CGT se animaron a decir lo que no dijeron en la rueda de prensa en la Casa Rosada: sugirieron que el planteo de aumento salarial se fije entre el 15 y 20 por ciento. La excusa, el temor inflacionario.
Ese, quizás sea en los próximos días, el parámetro alrededor del cual girarán las negociaciones entre empresarios y sindicatos. Está claro que en muchos casos esa suerte de tope queda relegada o "disfrazada" por mayores aumentos en otras categorías. Pero esa es otra cuestión.
Lo cierto es que no hubo sorpresas: Fernández de Kirchner y Moyano ya se habían reunido en otras tres ocasiones, aunque de manera informal. Al menos DyN pudo constatar que el 9 y el 13 de enero tuvieron lugar dos de los encuentros, en los que seguro limaron asperezas y establecieron un nivel "razonable" en el que "encuadrar" la discusión salarial.
No es casual -sino tal vez una moneda de cambio- que tras el encuentro en Casa Rosada los miembros de la CGT destacaran que la presidenta no se inmiscuye en ninguna "interna" sindical. Ese fue un claro mensaje a Luis Barrionuevo, que mañana protagonizará su ya tradicional "asado" en su casa de Punta Mogotes, en Mar del Plata, y en el cual pensaba que podía surgir un hombre que le de batalla a Moyano en la renovación de la conducción de la central obrera, a mitad de año.
La ausencia del camionero, en la rueda de prensa que encabezó José Luis Lingeri, tal vez se debió a la "necesidad" de asegurar que ninguna declaración de Moyano empañara el clima de acuerdo que primó en el cónclave con la mandataria.
¿Toda la artillería previa al encuentro, tanto desde el gobierno de Cristina Fernández como en la diatriba de Moyano habrá sido sólo para medir fuerzas a la hora de negociar? Tal vez eso quede explicado en los próximos días, cuando comience una acotada discusión salarial y, en algunos meses, cuando sea ratificado Moyano en la CGT, por unanimidad.