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Una jugada de Kirchner que desnuda su debilidad

La posibilidad de que Daniel Scioli baje momentáneamente de su sillón en la gobernación bonaerense para encabezar la lista de diputados nacionales por el oficialismo, podría ser una nueva jugada audaz de Néstor Kirchner o bien una maniobra de distracción. En cualquiera de los casos, desnuda los problemas que tiene el kirchnerismo para ganar en la provincia de Buenos Aires.

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La posibilidad de que Daniel Scioli baje momentáneamente de su sillón en la gobernación bonaerense para encabezar la lista de diputados nacionales por el oficialismo, podría ser una nueva jugada audaz de Néstor Kirchner o bien una maniobra de distracción.
En cualquiera de los casos, desnuda los problemas que tiene el kirchnerismo para imponerse con amplitud en el principal bastión peronista, la provincia de Buenos Aires, en las próximas elecciones del 28 de junio.

"Puede ser Kirchner, Scioli o por qué no los dos", sostienen desde el kirchnerismo. Lo cierto es que la candidatura de Scioli es una hipótesis de trabajo, el mandatario provincial no se tomaría licencia y la Casa Rosada ya mandó a medir a varias consultoras el impacto de esa posible postulación entre los bonaerenses. Incluso, el peronismo bonaerense salió a respaldar la idea de que Kirchner y Scioli reediten la fórmula presidencial del 2003, aunque esta vez en la provincia.

No obstante, hay afiches preparados para ser utilizados con la foto de Kirchner, de traje y corbata, y con la leyenda "Un voto positivo". ¿Los archivarán? El panorama que llevó al santacruceño a utilizar la figura del gobernador es preocupante. La supuesta competencia entre Kirchner y De Narváez, "cabeza a cabeza", tiene algún asidero en el armado de las listas locales, de algunos distritos bonaerenses.

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Ante el temor de que el peronismo disidente gane en algunos municipios y eso se traduzca en un nuevo Concejo Deliberante que le haga la vida imposible al intendente de turno, se pusieron en marcha las componendas. En los últimos días ha habido reuniones entre kirchneristas y peronistas disidentes para acordar llevar candidatos en ambas listas. Es decir, habría kirchneristas y disidentes en la lista de Kirchner y también en la de De Narvaez. De esa manera, nadie pierde ni corre el riesgo de ser corrido por el otro.
De hecho en La Plata dan por hecho, al menos, que el Frente para la Victoria perderá la mayoría en la Legislatura provincial. No obstante, no creen que sea un obstáculo para Scioli porque los legisladores que responden a De Narváez y Solá son "antikirchneristas" no "antisciolistas" y les han asegurado que aprobarán las iniciativas gubernamentales.

Pero la jugada de Kirchner de sacar a relucir la posible candidatura de Scioli tiene un doble riesgo: como advirtió Duhalde, si Scioli es candidato y pierde tendría que dejar la gobernación. Por otra parte, el hecho de que Scioli se candidateé a una banca que, anticipa, no va a ocupar, puede despertar el rechazo de algunos sectores medios de la provincia, que ya repudian a quienes ingresan por un partido y luego se cambian de fuerza: Como ocurre con Felipe Solá, que llegó con el Frente para la Victoria en 2007 y ahora es antikirchnerista.

Mientras, el peronismo disidente sigue sumando adhesiones en distintos puntos del país y no se sabe en qué confluirá. La única certeza son los deseos presidenciales de Reutemann -lo admitió a sus íntimos días atrás-, Solá, Das Neves y Alberto Rodríguez Saá. El gobernador Juan Schiaretti volvió a romper filas con Kirchner. Eligió a un opositor del gobierno nacional, como Eduardo Mondino, para encabezar la lista del PJ y le dejó claro al kirchnerismo que las listas las arma el peronismo cordobés. La reacción fue lógica, el kirchnerismo irá con lista propia, fuera del PJ, encabezada por Patricia Vaca Narvaja. Pero Schiaretti tiene pensado jugar otra carta: están avanzadas las conversaciones con Mauricio Macri para que un hombre del PRO integre la lista del PJ en Córdoba.

A su permanente diálogo con Carlos Reutemann, Schiaretti le suma contactos con Macri y también con Telerman. Ocurre que éste último tiene pensado ser candidato a diputado nacional en la Ciudad de Buenos Aires y, para ello, tiene el respaldo del mandatario cordobés y de Reutemann.

En efecto, Córdoba y Santa Fe actuarían de igual manera, obligando al kirchnerismo a ir por afuera o como segunda opción de la lista principal del peronismo local.

Por ahora, el frente entre el radicalismo, la Coalición Cívica y el Socialismo, son testigos privilegiados de los movimientos del peronismo, en sus distintas vertientes. El único inconveniente es que dejen de ser testigos y pasen a competir directamente, cuando la carrera ya esté definida.

(*) Agencia DYN