Mediante un comunicado, la Cancillería argentina calificó hoy de "inaceptables, infundadas e inoportunas" a estas aseveraciones y aclara que "nuestro país demostró y llevó a conocimiento de la Corte Internacional de Justicia que la planta de Botnia ya está contaminando el ecosistema del río Uruguay, que se encuentra utilizando o ha utilizado en su proceso de producción y de limpieza productos prohibidos en la Unión Europea y otros países y que cuenta con un monitoreo insuficiente por parte de las autoridades uruguayas".
Desde septiembre pasado, La Haya busca que ambas naciones encuentren una salida al diferendo que las distancia desde 2005. En su escrito a la prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores agrega: " Todos estos elementos de prueba fueron aportados a la Corte durante el curso del procedimiento escrito y oral de la controversia incoada por nuestro país debido a la autorización unilateral otorgada por el Uruguay a las plantas de celulosa sobre la margen izquierda del río Uruguay en violación del mecanismo de consulta e información previa previsto en el Estatuto del Río Uruguay de 1975", destaca.
Y otro pasaje, baja el tono para aclarar: " Estas declaraciones, que la Argentina no dejará de poner en conocimiento de la Corte, contradicen el necesario clima de serenidad y juego limpio en el que las partes deberían esperar el pronunciamiento del Alto Tribunal de Naciones Unidas".