Por primera vez en la historia, la izquierda pugnaba ayer por superar el millón de votos nacionales en la categoría Presidente. También estaban consolidando un cuarto lugar, que corporiza a la alianza de partidos trotskistas como un actor político nacional. Más allá del resultado, la novedad más importante es que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores logró su tercera elección consecutiva en unidad, a pesar de una fuerte disputa durante las PASO que terminó con la sorpresiva victoria de Nicolás del Caño frente a Jorge Altamira. El objetivo de volver a ganar bancas en el Congreso permitió aunar voluntades en el último tramo de la campaña y en el cierre: hubo fuertes gestos de apoyo a Del Caño, que pertenece al PTS, desde los otros que integran la coalición, el Partido Obrero e Izquierda Socialista. “Es una elección muy importante, valoramos que en este marco donde hubo un avance claro de Macri, un millón de trabajadores optaron por el Frente de Izquierda y no cayeron en la trampa del voto al mal menor”, evaluaba Del Caño en diálogo con PERFIL. Además, agradeció “el gran esfuerzo militante de todos los partidos que integran el frente”, y adelantó: “Vamos a impulsar el voto en blanco del pueblo trabajador en el ballottage, como dijimos en la campaña”.
Además del resultado global, la izquierda busca aumentar su bancada en Diputados. A los tres lugares que ganó en 2013 espera que los resultados finales le den un escanio en Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Capital. Al cierre de esta edición estaban cerca de confirmar uno bonaerense pero habrá que esperar al escrutinio definitivo para saber si alcanzaban los votos obtenidos en Mendoza. Otra vez se escapaba la posibilidad de lograr un diputado nacional por Capital: el desafío que planteó la boleta corta que presentó Autodeterminación y Libertad, de Luis Zamora, impidió llegar a los más de 120 mil votos que se necesitan para obtener una banca. En Córdoba quedaban fuera del reparto con más del 90 por ciento escrutado.