Sobre una mesa, Jaime Duran Barba observaba un papel con detenimiento. Delante de él, el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, hombre de máxima confianza de María Eugenia Vidal, había anotado una serie de nombres con una birome. Todos intendentes. Todos de Cambiemos. Todos bajo la máxima que había deslizado el asesor macrista: “Jóvenes sin pasado”.
La gobernadora bonaerense comenzó a diagramar su G6: un grupo de caciques comunales que ingresaron a la gestión con su desembarco en La Plata y que animarán buena parte de la campaña electoral. La idea que baraja es poder fogonear
los, darles mayor visibilidad y que puedan ser la cara de la Provincia. Además, se prevén $ 1.279 millones para las seis intendencias de parte de la cartera de Infraestructura que maneja el ministro Roberto Gigante.
Martiniano Molina (Quilmes). Es una pieza clave, por su buena imagen y el hecho de que domine un territorio histórico del PJ. A pesar de ello, cambió gran parte de su gabinete y el principal referente territorial y de gestión es su padre, Jorge Molina, quien gobierna en las sombras.
Nicolás Ducoté (Pilar). Otro que es bien visto en La Plata. Trabajó en Cippec, pero su buena formación académica a veces contrasta con sus problemas políticos: en el Concejo Deliberante están pidiendo su juicio político.
Diego Valenzuela (Tres de Febrero). Es uno de los que ordenaron el municipio y tiene buena imagen. Historiador y periodista, se convirtió en un jugador de las redes sociales: suele subir videos con temas de gestión.
Ezequiel Galli (Olavarría). Uno de los más jóvenes, buscan que sea un referente en el interior.
Martín Yeza (Pinamar). El más mediático: como intendente tiene el porcentaje más alto de presencia en los medios en relación con la cantidad de habitantes que representa. Suena
además para encabezar una boleta de diputados.
Pablo Petrecca (Junín). Otro de los jóvenes que, con menos de 40 años, llegó al municipio arrastrado por el vendaval Vidal.
A ellos hay que sumar tres intendentes con el rol de armadores: en la primera sección, Jorge Macri (Vicente López), quien se encamina a ser candidato a senador, y Ramiro Tagliaferro (Morón). Y en la tercera sección, Néstor Grindetti (Lanús).
Paralelamente, en La Plata observan un PJ partido: creen que el mejor escenario es que se divida en tres. Por un lado, un PJ “duhaldista” con Mario Ishii y Alejandro Granados (Ezeiza), otro con el Frente para la Victoria (con o sin CFK y Daniel Scioli) y un tercero liderado por el Grupo Esmeralda (con Martín Insaurralde, de Lomas) junto a Julián Domínguez o Florencio Randazzo. En ese marco, un encuentro entre el ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, con el diputado provincial Andrés Quinteros (cercano Randazzo), sembró dudas. Es que allí el funcionario le habría ofrecido su colaboración para “armar” para el ex ministro kirchnerista. “Joaquín nos da volumen político”, se suelen mofar en el piso 19 del Banco Provincia. Pero, por ahora, descartan ese tipo de movimientos. O al menos, De la Torre nunca avisó.
los, darles mayor visibilidad y que puedan ser la cara de la Provincia. Además, se prevén $ 1.279 millones para las seis intendencias de parte de la cartera de Infraestructura que maneja el ministro Roberto Gigante.
Martiniano Molina (Quilmes). Es una pieza clave, por su buena imagen y el hecho de que domine un territorio histórico del PJ. A pesar de ello, cambió gran parte de su gabinete y el principal referente territorial y de gestión es su padre, Jorge Molina, quien gobierna en las sombras.
Nicolás Ducoté (Pilar). Otro que es bien visto en La Plata. Trabajó en Cippec, pero su buena formación académica a veces contrasta con sus problemas políticos: en el Concejo Deliberante están pidiendo su juicio político.
Diego Valenzuela (Tres de Febrero). Es uno de los que ordenaron el municipio y tiene buena imagen. Historiador y periodista, se convirtió en un jugador de las redes sociales: suele subir videos con temas de gestión.
Ezequiel Galli (Olavarría). Uno de los más jóvenes, buscan que sea un referente en el interior.
Martín Yeza (Pinamar). El más mediático: como intendente tiene el porcentaje más alto de presencia en los medios en relación con la cantidad de habitantes que representa. Suena
además para encabezar una boleta de diputados.
Pablo Petrecca (Junín). Otro de los jóvenes que, con menos de 40 años, llegó al municipio arrastrado por el vendaval Vidal.
A ellos hay que sumar tres intendentes con el rol de armadores: en la primera sección, Jorge Macri (Vicente López), quien se encamina a ser candidato a senador, y Ramiro Tagliaferro (Morón). Y en la tercera sección, Néstor Grindetti (Lanús).
Paralelamente, en La Plata observan un PJ partido: creen que el mejor escenario es que se divida en tres. Por un lado, un PJ “duhaldista” con Mario Ishii y Alejandro Granados (Ezeiza), otro con el Frente para la Victoria (con o sin CFK y Daniel Scioli) y un tercero liderado por el Grupo Esmeralda (con Martín Insaurralde, de Lomas) junto a Julián Domínguez o Florencio Randazzo. En ese marco, un encuentro entre el ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, con el diputado provincial Andrés Quinteros (cercano Randazzo), sembró dudas. Es que allí el funcionario le habría ofrecido su colaboración para “armar” para el ex ministro kirchnerista. “Joaquín nos da volumen político”, se suelen mofar en el piso 19 del Banco Provincia. Pero, por ahora, descartan ese tipo de movimientos. O al menos, De la Torre nunca avisó.