Carteles que anuncian “peligro de derrumbe”, construcciones abandonadas con ingresos tapados con chapas, y colectivos sin uso tirados en sus terrenos, son parte del paisaje que se encuentra en la Base Aérea Militar de Morón. En este predio, en unas semanas comenzarán obras por $ 619.768, pero no tendrán que ver con la reconstrucción de la Base, sino con la ampliación de la vivienda a la que se mudará María Eugenia Vidal, ubicada dentro de su perímetro.
La gobernación bonaerense firmó un comodato con la Fuerza Aérea por el cual esta dependencia del Ministerio de Defensa de la Nación le cedió la vivienda para que Vidal la habite durante su mandato.
Para su mudanza, Vidal restaurará la casa, gasto a cargo del Estado bonaerense ya que, según explicaron a este medio desde la gobernación, se trata de remodelaciones a un bien de la Fuerza Aérea que volverá a ser de su propiedad una vez finalizado el comodato. La empresa que ganó la licitación hará la obra por $ 619.768, en un plazo de setenta días. Se construirán 38 metros cuadrados anexados a los preexistentes que contendrán dos dormitorios y un pasillo distribuidor. También se destinará el 1% del presupuesto a “embellecimiento”.
PERFIL recorrió la Base Aérea y se encontró con distintos sectores en estado de abandono, incluso del edificio principal en donde funciona la torre de control construido en 1948 en donde los carteles anuncian el peligro de derrumbe de sus paredes de mármol.
Desde la Fuerza Aérea explicaron que “la degradación edilicia tiene que ver con la degradación de la fuerza que se vive desde hace años”.
Vecina nueva. A pesar de que la funcionaria se mudará una vez finalizada la obra, su llegada ya comenzó a sentirse. Los alumnos de la escuela que funciona dentro de la Base se encontraron con una valla que les prohíbe el acceso por el que ingresaban todos los días. Sucede que los niños caminaban dentro del predio por una vereda interna que rodea la casa destinada a la gobernadora pero la nueva disposición se lo prohibe. Esto provocó el reclamo de algunos padres que se quejaron ante el peligro que puede provocar que el nuevo camino por el que deben ingresar sus hijos es el mismo por el que circulan los vehículos.
Quienes también sufrieron la mudanza de Vidal fueron las escuelas de aviación que funcionan allí. Tal como informó El Cronista, las ocho escuelas que poseen alrededor de 120 empleados fueron notificadas en marzo del fin del “Convenio de Uso Compartido de Instalaciones del Aeródromo Público”, aduciendo “razones de seguridad operativa”.