La gobernadora María Eugenia Vidal está terminando de definir en estos días, junto a su ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, un nuevo recambio en la Policía. Según pudo saber PERFIL, serán desplazados unos diez comisarios de los 24 que integran la más alta jerarquía de la fuerza. Es decir, casi la mitad de la cúpula de la Bonaerense.
La decisión se maneja en la más estricta reserva y se trata de otro de los cambios más trascendentales desde que se pasó, en abril del año pasado, de 42 a 24 los jefes de la Bonaerense. En ese entonces, fue un cambio radical para achicar la estructura de comando.
Luego, hubo otros cambios, en especial con aquéllos que no podían justificar su patrimonio (59 agentes) o los que son investigados por distintas irregularidades en Asuntos Internos, como el caso de Néstor Omar Martín, el jefe más rico de la Bonaerense, con siete casas y un helicóptero, y quien tenía a su cargo la administración de la fuerza.
Ahora, la gobernación prepara otra purga. “Siempre hay cambios”, se limitó a responder, consultado por PERFIL, el propio Ritondo, sin brindar detalles. Sólo confirmó que tanto Vidal como el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, trabajan junto a él en el tema.
Bajo el manto de la renovación, la nueva cúpula de la Bonaerense tendrá, entre otras misiones, colaborar con la gestión en un año electoral clave. La gobernadora tiene, entre sus “hitos de gestión” (planes que denominó “A+” como prioridad para este año) el programa de lucha contra la inseguridad y saneamiento de la fuerza de seguridad.
La decisión que se tomó es que aquellos que sean reemplazados pasen automáticamente a retiro. Por ello, por estas horas, el área de Asuntos Internos, a cargo del abogado Guillermo Berra (un hombre de máxima confianza de Vidal, a quien acompaña desde 2008) está analizando expedientes. En especial de aquellos posibles reemplazantes. “Tienen que estar lo más limpios posible”, destacan en La Plata.
Nombres. A pesar del fuerte hermetismo, uno de los que está con un pie afuera es Fernando Grasso, el superintendente de la Región Capital, quien quedó bajo la lupa luego del escándalo en el que se investiga el hallazgo de 36 sobres con dinero (en total había $ 153.700 en efectivo) de procedencia ilegal en la Jefatura Departamental La Plata a comienzos del año pasado. En ese entonces, se encontró un envoltorio con la letra “G” que contenía 30 mil pesos lo puso bajo sospecha.
Todo comenzó con un anónimo que denunció que el entonces jefe de la Departamental La Plata, Darío Camerini, y al menos tres de sus principales colaboradores, recibían unos 200 mil pesos, en distintos sobres que les enviaban los titulares de las comisarías de la capital provincial. Camerini y Grasso compartían el mismo edificio cuando se secuestraron los sobres.
La causa, que tuvo a ocho comisarios presos y uno fallecido de manera dudosa mientras estaba detenido, estuvo a cargo del fiscal Marcelo Martini, quien no avanzó, de manera extraña, sobre Grasso. “Había que sacarlo hace rato”, reconoce ante este diario un hombre de peso de la Bonaerense. Grasso fue imputado por Asuntos Internos a principios de año por su presunta “responsabilidad objetiva”.
También sería desplazada Liliana Sivak, superintendente de la Policía Científica. En este caso, en La Plata aseguran que no está involucrada en irregularidades ni problemas de patrimonio. Aunque tiene en su haber un dato curioso: en su Mar del Plata natal tuvo un local de “arte erótico”, especializado en la venta de literatura provocadora, llamado “Liberaté”.
Está también en la mira el área de narcotráfico. Es una incógnita qué pasará con el titular de Narcotráfico y Delitos Complejos, el comisario Claudio Fuentes. Se trata de un hombre del jefe de la Bonaerense, Pablo Bressi. Hace 20 años que trabajan juntos: Fuentes lo reemplazó como jefe de lucha contra el narcotráfico de Lomas de Zamora, y hoy a nivel provincial.
Suspenden al titular de la Policía de la Ciudad
El Gobierno porteño decidió suspender al jefe de la Policía de la Ciudad, José Pedro Potocar, con el fin de “preservar una investigación judicial”. En rigor, Potocar aparece mencionado en una causa por cobro de coimas a empresarios y comerciantes por parte de agentes de la comisaria 35, de Nuñez y Saavedra.
La causa, en manos del juez Ricardo Farías, tiene como principal involucrado al ex comisario Norberto Villareal (aún prófugo). Según fuentes judiciales, el ahora suspendido jefe de la Policía no se encuentra procesado pero sí está siendo investigado. “Creemos en el principio de inocencia por eso se lo suspendió”, explicaron en la Ciudad. Según un comunicado oficial, la conducción de la fuerza “continuará bajo la responsabilidad de la Secretaría de Seguridad, a cargo de Marcelo D’Alessandro”.
La decisión se tomó a través del decreto 139/17, firmado por Horacio Rodríguez Larreta.