Expectativa. Esa es la sensación que se vive por estas horas en el Hospital Austral de Pilar, ante el inminente alta médico que recibirá la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante esta mañana, luego de ser operada de una tiroidectomía total por un tumor detectado a fines de diciembre.
Desde las primeras horas, funcionarios de prensa preparan el sistema de audio de la tarima desde donde se emitieron los partes de días anteriores, lo que hace presumir que el anuncio sería trasmitido en breve.
La mandataria fue intervenida el miércoles, cuando se le extrajo la glándula tiroides por un carcinoma papilar. Desde allí (y horas antes antes también), militantes de La Cámpora y Kolina se instalaron en los alrededores del hospital para apoyar a su líder política y enterarse de su evolución médica, que no presentó complicaciones en ningún momento.
La Presidenta se alimenta normalmente y ya estaría lista para abandonar el centro médico. A pesar del deseo de la jefa de Estado de recluirse hasta fines de enero en El Calafate o Río Gallegos, se espera que pase su post-operatorio en Olivos, de manera de estar cerca de sus médicos durante la nueva etapa de su tratamiento.
Mientras tanto, el vicepresidente Amado Boudou continuará ejerciendo el control del Poder Ejecutivo hasta fines de enero, tal como fue dispuesto por la licencia médica de la Presidenta.