No era una plaza más para Agustina Macri. Italia tiene un significado particular para ella, y no por los lazos familiares que la unen con ese país. Y es que Soledad, su ópera prima, narra la historia de una joven argentina que aún hoy es un ícono de la historia anarquista de Italia. El guión que eligió Agustina para debutar como directora está basado en un caso real que primero convirtió en libro Martín Caparros: Soledad Rosas, amor y anarquía.
Esa historia es la de María Soledad Rosas, una chica de 23 años de clase media porteña que no parecía muy cómoda con las convenciones de su entorno. Y sería en un viaje a Europa a mediados de 1997 donde esa incomodidad se transformaría en rebeldía a partir de su ingreso a una agrupación de okupas que la apartaría definitivamente del mandato familiar y marcaría su vida para siempre. Es en esa agrupación donde conoció a su gran amor, Edoardo Massari, uno de los líderes. Estos movimientos antisistema tuvieron en ese momento en Europa y en Italia una presencia activa. Y en el caso de Soledad y su grupo, su accionar derivó en razzias, acusaciones, la cárcel para ella, su novio y otro líder.
El suicidio de Massari en la cárcel el 11 de julio de 1998 fue devastador para Soledad, quien optó por lo mismo mientras cumplía arresto domiciliario en una granja de Italia.
La cobertura del proceso judicial primero, y luego la cárcel y finalmente el suicidio de Soledad hicieron de ella un emblema del movimiento anarquista italiano.
Alta tensión . El libro de Caparrós explica esto de que, como él mismo escribe, “una chica de Barrio Norte llegaba, en pocos meses, a convertirse en el enemigo público numero uno del Estado italiano”. La película de Agustina Macri lo utiliza de escenario para describir el cambio que se produce en Soledad.
Por todo esto es que el estreno en Italia era especial. Si en Buenos Aires Agustina tenía la expectativa lógica de mostrarse como cineasta, en Roma –donde la película se da en 36 salas–, Soledad Rosas es un personaje conocido por todo lo ya mencionado. Además, la filmación transcurrió casi en su totalidad en locaciones italianas. Más allá de llevar por primera vez al cine en un protagónico a Vera Spinetta y sumar algunas actrices argentinas, el resto del elenco es italiano.
También durante el rodaje vivieron situaciones tensas. Enterados de que la vida de Soledad sería llevada al cine, grupos anarquistas manifestaron su queja por considerar que se estaba haciendo un uso comercial de un ícono propio. Por eso, en algunos momentos se tuvo que reforzar la seguridad en sets en exteriores; y en un caso en particular directamente hubo que mudar el rodaje por amenazas concretas de boicot.
Al escenario. El jueves último, en el Cinema 4 Fontane todo sucedió con normalidad. Y en primera fila se ubicaron Agustina Macri, Vera Spinetta, el galán Giulio Maria Corso y el resto del elenco italiano. También el productor Alfredo Federico. Y al final de la proyección incluso Agustina venció esa timidez que a veces manifiesta en público y subió al escenario a agradecer.
Ahora resta ver el desarrollo lógico de la película, que seguirá participando de festivales como el de Barcelona, donde ganó un premio.