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Anya Schiffrin, la otra mentora del ministro Martín Guzmán

Es catedrática, periodista y analista de medios. Con su marido Joseph Stiglitz formaron parte de la vida universitaria del novel funcionario.

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Activa. Schiffrin estudias los medios y dice “Google y Facebook no ayudan a combatir las fake news”. | cedoc

El cambio de gobierno y las negociaciones por el pago de la deuda con el FMI generan debates económicos tanto dentro como fuera de Argentina. Sin ir más lejos en el Foro Económico Mundial organizado esta semana en Davos el Premio Nobel en Economía, Joseph Stiglitz, dio un discurso a favor de Argentina y volvió a destacar el rol del ministro Martín Guzmán quien es discípulo suyo y desde hace varios años trabaja con él.

Sin embargo, Stiglitz no fue el único en ensalzar a Guzmán sino los hizo Anya Schiffrin, esposa del Nobel desde 2004. Directora de la especialización de Tecnología, Medios y Comunicaciones en la Universidad de Columbia, Schiffrin es muy cercana a Guzmán y hasta lo ayudó a escribir la introducción del libro Hacia una sociedad justa, donde habla sobre la vida y el trabajo del Premio Nobel. “Ellos han creado en Nueva York una especie de Belle Epoque al generar una comunidad que tiene un ambiente mágico”, aseguró Guzmán sobre Anya y le agradece  (a ella y Stiglitz) por el rol que han tomado como sus “mentores”.

Periodismo y economía. Nacida en 1962, Anya Schiffrin es una destacada académica y periodista estadounidense cuyas publicaciones suelen ser tomadas como referencia a nivel internacional. “Hay que escribir sobre temas que le interesen a la sociedad, entre ellos la economía”, explicó hace unos años sobre su labor diaria. La pasión por el periodismo le surgió desde pequeña y viene de familia porque su padre André fue un autor y publicador reconocido por su rol editorial –en particular de publicación de libros– durante casi 30 años en Nueva York.

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Antes de finalizar los estudios secundarios Anya ya sabía cuál sería su profesión y por eso se inscribió en la Universidad Reed de Oregon para luego obtener un master en la Universidad de Columbia. “El periodismo tiene un rol vital en las democracias para impedir que los poderes se vayan de eje”, aseguró Schiffrin. Durante los primeros años de su carrera trabajó para distintos medios y viajó por el mundo. Barcelona, Amsterdam y Hanoi fueron algunas de las ciudades desde las que publicó decenas de artículos relacionados a los negocios y la economía. Más tarde, ya de regreso en Estados Unidos, también se dedicaría a formar nuevos periodistas en la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales. Actualmente por su actividad en la Universidad de Columbia se convirtió en referentes sobre temas como los nuevos medios de comunicación, las redes sociales y las fake news.

Pasión por los medios. Con el paso del tiempo Schiffrin también comenzó a llamar la atención de las editoriales y comenzó a escribir libros. En total lleva siete y el último fue una recopilación sobre el periodismo de investigación en todos los continentes que es utilizado como material de estudio en muchas universidades del mundo.

“El periodismo tal como lo conocemos está en peligro y tenemos que pensar en grande para salvarlo. Empresas como Google y Facebook no ayudan a combatir las noticias falsas, a la gente que las comparte no suele importarle  si son reales o no y por eso hay que intentar como sea revalorizar el periodismo de investigación”, indicó Anya al ser consultada sobre los objetivos de su trabajo en relación a los medios.

"Me casé a los 41 y mis amigas decían: 'Si ella lo hizo a esa edad, yo también puedo'"

Casarse de grande. Schiffrin y Stiglitz se casaron el 31 de octubre de 2004 en Nueva York. La pareja se conoció en la Universidad de Columbia y estuvieron cinco años de novios antes de formalizar. Stiglitz estaba separado ya dos veces y es padre de cuatro hijos.

Desde el comienzo de la relación, Anya y él unieron sus estudios para apuntar a la desigualdad generada por el capitalismo. Es común verla a ella en los discursos que da él y viceversa. Incluso han llegado a posar con remeras contra Trump cuando éste último amenazó la libertad de prensa en Estados Unidos.

Pero más allá de ser una pareja académica y comprometida socialmente, no dejan de repensar el matrimonio que mantienen. “Obviamente cuando las mujeres se casan eso también significa mucho más trabajo. En nuestro caso nosotros dividimos todo cincuenta y cincuenta para mantener la paridad”, contó ella en una entrevista donde analizaba lo obsoleto que resulta el esquema matrimonial norteamericano. En ese reportaje reconoció que el hecho de casarse a los 41 le generó preguntas relacionadas a los estándares clásicos. “Le consulté a mi madre si no le parecía raro y respondió: ‘Todos adoran a una novia grande’. Y resultó que era verdad. Todos mis amigas empezaron a decir: ‘Si ella se casó a esta edad entonces yo también puedo’”.

Stiglitz formó parte de esa entrevista y por la dinámica dejaron ver el costado que costado gracioso e irónico que hay entre ellos. Y eso se nota también cuando, a veces, hacen chistes en las redes sociales relacionados a su cotidianeidad. Entre ellos, además de la academia y la economía, hay humor.

Cuando no están dando conferencias o clases en Estados Unidos u otros países,  Schiffrin y Stiglitz suelen pasar tiempo con su familia. En las pocas imágenes donde se los puede ver en situaciones privadas, exhiben una clara predilección por los animales, los espacios al aire libre y la vida al aire libre. De todas formas mantener un perfil bajo, y dan  acotado detalles de su vida privada.