“Fui mamá en el momento ideal para mí. No sé si hubiera tenido todo este tiempo en otro momento. Ahora tengo más seguridad; quizás antes me hubiera angustiado más no poder agarrar un laburo o perder la continuidad en la pantalla. Y ahora que lo veo, no hay nada en el mundo que me llene tanto, que me divierta tanto, que me guste tanto como ser mamá”, decía la actriz a los ocho meses de haber nacido Gaspar. Entonces, aún lidiaba con la vorágine de ser madre, el bolso de chucherías, el haberse olvidado un pañal, o salir cargada como si se fuera tres meses de viaje cuando apenas iba a dos cuadras y coordinar una entrevista era planear una estrategia digna de una gran ingeniería. Pero con el tiempo, Carla Peterson, al igual que todas, resolvió a la perfección la maternidad. Al punto de haber transformado a su familia en su mejor proyecto. Razón por la cual, cuando Martín Lousteau fue designado en la Embajada de Washington, se mudaron a Estados Unidos.
Hoy, la actriz regresa a su país, con Gaspar más grande (en enero cumplió cuatro años), y ya planea una vuelta al ruedo. Carla se prepara para arrancar en agosto con el rodaje de El recreo, una película que protagonizará junto a Juan Minujín, y que dirigirá Hernán Guerschuny junto a Jazmín Stuart, quien también se dará el gusto de actuar. Además, tuvo que rechazar una propuesta para protagonizar una novela en Telefe “porque no sabe cuándo se instalará definitivamente en Buenos Aires; pero trabajos le sobran”, comentó su agente de prensa a este diario. Tampoco habría tenido mucho tiempo para anticipar sus pasos. En su círculo no había comentado nada que volvían. Incluso dicen que hasta para ella fue una sorpresa y que se enteró por los medios.
En la última semana, Lousteau presentó su renuncia como embajador en Washington a Mauricio Macri y Marcos Peña para luego juntarse con su troupe y advertirles: “Vengo a la guerra” con la clara decisión de cumplir su sueño y ser el próximo jefe de gobierno porteño. La noticia generó malestar en el Presidente y en cierto grupo del Gobierno, por lo repentino de la misma, por la cercanía de una reunión de Macri con Donald Trump y por la necesidad urgente de un reemplazo.
Entonces, su mujer salió a bancarlo. La actriz subió una sugestiva foto a su Instagram en la que se ve a una mujer –que bien podría ser ella misma– paseando un perro en un parque con un sombrero de langosta en la cabeza –gigante, rojo y llamativo– acompañado de la frase: “Deberíamos hacerlo más seguido. Hacer lo que se nos cante”. Aunque luego la borró, su apoyo no quedó en un posteo instantáneo y efímero, se puso en contacto con su jefe de prensa y representante para activar su vuelta.
Primero actriz. “Ella privilegió acompañar a su marido por su trabajo. Para ella es eso, así como él la acompañaría a ella. Y tiene una gran carrera que le permite darse la comodidad de irse y volver cada tanto para algún trabajo puntual. Tampoco mucho porque quiere darle una regularidad a Gaspar con sus compañeros de colegio. Pero vino varias veces en el año y ahora ya tiene un trabajo para agosto y analizamos propuestas”, dijo su agente de prensa Javier Furgang en diálogo con PERFIL.
De todos modos, la actriz nunca dejó del todo su interés por el arte. Y aunque nunca se consideró una “embajadora” en el sentido estricto del término, en Washington desarrolló actividades culturales para apoyar la difusión de Argentina. Lo que nunca hizo fue dar notas ni en la residencia, ni en ninguna recorrida. “Ella tomó el rol de acompañante de su marido”, sentenció Furgang. Incluso, siempre fue muy cuidadosa con sus posteos en las redes sociales.
Sí se dio el gusto de volver al país cada tanto para no dejar vacante su espacio artístico: hizo desde un comercial para una reconocida marca de crema hasta películas. En ese último orden, en la lista de trabajos que hizo la actriz se puede mencionar el film Un año de amor que protagonizó junto a Sebastián Wainraich; el de Marcos Carnevale Inseparables, donde trabajó junto a Oscar Martínez y Rodrigo de la Serna; Mamá se fue de viaje de Ariel Winograd, que protagonizó junto a Diego Peretti aunque ella sólo aparece al comienzo; y capítulos de la exitosa serie de Telefe Educando a Nina, junto a una de sus mejores amigas, Griselda Siciliani.
Con el regreso, las posibilidades laborales cambian y se amplía la opción de hacer incluso una tira. Por el momento, Carla sigue en Washington y acaba de festejar, el jueves, su cumpleaños junto a un grupo de amigas argentinas entre quienes está Mariana Triaca, hermana del ministro de Trabajo de Macri. Como se ve, 2017 será agitado para ella y Lousteau.