PROTAGONISTAS
Nace la ‘CGT’ de Silicon Valley

Dos ingenieros de Google desafían al gigante tecno y lanzan el sindicato-tech

Parul Koul y Chewy Shaw lanzaron Alphabet Workers Union. Más allá de los salarios quieren participar en temas por los que Google fue cuestionada en 2020.

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Techies. En secreto y durante el 2020 pandémico, se creó el primer sindicato de Silicon Valley. El lanzamiento fue online con los empleados de Google afiliados posando con el logo. | A.W.U.

Enero comenzó con escenas impensables. El Capitolio asaltado por norteamericanos que tomaron como verdad la acusación de elección birlada que todavía esgrime Donald Trump, un Madrid con gente esquiando aprovechando la nevada histórica, la Boeing con una multa millonaria por ocultar información en la investigación de dos accidentes de sus aviones, y un grupo de empleados de Google anunció la formación del que es “el primer sindicato” de Silicon Valley.

La burbuja del trabajo ideal y con fines altruistas que publicitaron muchas de las empresas de ese poderoso epicentro tecnológico de Estados Unidios empieza a mostrar algunas fisuras, o cambios. En 2020 Apple, Google, Facebook y Amazon tuvieron que sentarse ante el Congreso de Estados Unidos, donde se cuestionaron sus posiciones monópolicas y también se puso en duda la seguridad de los datos que acumulan de sus millones de usuarios de todo el mundo y los posibles fines de semejante “matrix” global. Hace unos días, en Google, unos 227 empleados anunciaron la formación del que se propone ser el primer sindicato de las gigantes tecno, que dado su poder y crecimiento tienen intereses mucho más vastos que la tecnología. 

Desafío titánico. Parul Koul y Chewy Shaw son las caras visibles de Alphabet Workers Union, el primer sindicato de las “big tech”. Ambos son ingeniera e ingeniero en computación en Google. Esta organización sindical se gestó durante todo 2020 y en secreto, para evitar posibles filtraciones y represalias. Google, por ahora, no reconoce a Alphabet Workers Union como sindicato. Y en principio, en Estados Unidos tampoco: los 227 miembros iniciales no los habilitan para tener personería legal. Para ello, necesitan que al menos el 30% de los empleados de Google –o Alphabet, la firma que engloba a todas las empresas de Google– se afilien. Una tarea no menor dado que la compañía tiene 120 mil empleados directos, y si se computan los temporarios y los subcontratados suman unas 260 mil personas. Mientras concientizan para que la gente se sume, Alphabet Workers Union se afilió a Communication Workers of America (CWA), que con 700 mil miembros es uno de los mayores sindicatos de Estados Unidos. Este gremio lo integran trabajadores del sector público y privado de empresas de telecomunicaciones, de la tecnología informática, aerolíneas, medios de comunicación, servicios de salud, educación, seguridad y otros campos de la industria.

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A fondo. “Somos dos ingenieros de software y nos eligieron presidenta ejecutiva y vicepresidente del Sindicato de Trabajadores de Alphabet colegas que creen en la necesidad de un cambio en la estructura de nuestra empresa”, detallaron Parul Koul y Chewy Shaw en un comunicado. “Durante mucho tiempo, los directivos desestimaron problemas que miles de nosotros hemos sufrido tanto en Google como en otras filiales de Alphabet, la empresa matriz de Google. Nuestros jefes colaboraron con gobiernos represivos de todo el mundo; desarrollaron tecnología de inteligencia artificial para el Departamento de Defensa (de EE.UU.) y se beneficiaron económicamente con publicidades de grupos que promueven el odio”. En un extenso disponible en el sitio web de esta novel “union”, Parul Koul y Chewy Shaw detallaron que ya en 2018 empleados de Google habían protestado cuando hubo ascensos a directivos acusados de “conducta sexual inapropiada”. Y para alentar a que se sumen más empleados, recordaron cómo un grupo de ellos logró que Google cesara Maven, un proyecto de inteligencia artificial con el Pentágono, y Dragonfly, el plan para lanzar un motor de búsqueda censurado en China. Y también cómo algunos  subcontratados de Alphabet lograron una mejora salarial, licencias por maternidad/paternidad, y seguro médico por acciones motorizadas por los empleados de la compañía.

Salarios y mucho más. Uno de los motores que los alentó a unirse es la idea de que  “los lugares de trabajo injustos crean plataformas injustas”. Koul y Shaw son directos: “Para quienes son escépticos respecto de los sindicatos o creen que las empresas tecnológicas son más innovadoras sin ellos, queremos señalar que estos problemas y otros más graves persisten. La discriminación y el acoso continúan”. Según publicó The New York Times, Alphabet Workers Union podría ser “una cabeza de playa” para que Silicon Valley, que es decididamente antigremios, tenga sindicatos. “Nuestros objetivos van más allá de las mejoras salariales”, dijo Chewy Shaw a ese medio. “Alphabet obliga a sus trabajadores a no manifestarse en temas delicados o de relevancia pública como son las prácticas anticompetitivas y monopólicas. (…) Queremos que sea una empresa en la que los empleados podamos participar significativamente en  decisiones que nos afectan a nosotros y a las sociedades en las que vivimos.”