Suena increíble, pero las seis películas de Lisandro Alonso se estrenaron en Cannes. Eureka, su última realización esta vez no estará en la sección Un certain regard (Una cierta mirada) como sí estuvieron La Libertad (2001) y Jauja (2014), ni en la Quinzaine des Realisateurs (La quincena de los realizadores) donde estrenó sucesivamente Los muertos, El fantasma, y Liverpool, sino en la sección Cannes Première.
Con Eureka, Alonso propone un relato dividido en tres temporalidades y tres ámbitos diferentes. Por un lado, un western realizado en Almería (España); por otro, y siguiendo el consejo de Viggo Mortensen, Alonso filmó en la reserva sioux de Pine Ridge en Dakota del Sur, en donde el equipo tuvo que afrontar temperaturas extremas que rozaron los 30 grados bajo cero; y por último, en la selva sobre todo brasileña.
Para esta producción, el director argentino se rodeó del poeta, ensayista y cuentista Fabián Casas, y del escritor Martín Caamaño, conocido entre otras cosas por sus traducciones del portugués y por sus colaboraciones con la cantautora argentina Rosal. Y para poner el cuerpo a los personajes volvió a llamar a Viggo Mortensen –que ya había estado en Jauja–, Chiara Mastroianni –hija de Marcello Mastroianni y Catherine Deneuve–; y José María Jazpik, conocido por su trabajo en Narcos (México).
Poca boca de... En la previa de la proyección de Eureka, Alonso habló para el sitio oficial del Festival de Cannes y dijo que su objetivo con la película fue comparar las comunidades indígenas de toda América. “ Y ver cómo algunos de ellos ya han sido representados en el cine, y cómo viven hoy esos pueblos y otros que aún no han sido afectados por los estados políticos y económicos”, se explayó Alonso. “La película no tiene muchos mensajes. Sí, conclusiones inciertas, se puede leer de diferentes maneras. También es mi película más compleja, la que más energía me ha costado: dos pandemias, un nuevo equipo técnico en cada país –cuatro diferentes–. y el reemplazo de algunos actores. Viví tormentas y temperaturas insoportables… ¡Eso fue complicado! Pero también Eureka es la película que más me enseñó. Conocí y trabajé con actores profesionales fantásticos y con otros no profesionales, algunos de los cuales nunca habían ido al cine. Y me divertí mucho filmando en Almería, en los estudios de los western de Sergio Leone”. Cabe destacar que allí también Pedro Almodóvar filmó Extraña forma de vida, el cortometraje que estrenó hace dos días en Cannes.