PROTAGONISTAS
Primera dama

En cada viaje oficial Juliana Awada amplía su equipo fashion

Viene del mundo de la moda y conoce cuánto puede aportar a la industria siendo la embajadora de diseñadores que, a pesar de la crisis, invierten en cada temporada.

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Hay equipo. Tiene preferencias por algunos porque los conoce de antes de ser primera dama pero, convertida en tal, se propuso a través de ellos ser “embajadora” de la moda argentina no sólo cuando viaja al exterior. | afp

Ya sea en su viaje a España, en el reciente a Holanda o en el que está por emprender a China... A donde vaya, Juliana Awada lleva dos o tres valijas con su vestuario. En su equipaje, viajan también los nombres de distintos diseñadores argentinos y gente que la asesora. Ya lo dijo ella: su intención es mostrar al mundo la industria nacional. Quizás ése sea el punto que más la aproxima a Michelle Obama, quien se propuso el mismo objetivo al asumir su marido la primera presidencia. Después se pondría otros más comprometidos.

Es por eso que Awada, en su rol de primera dama, tiene su propio seleccionado de gente que la asiste. Y no es una improvisada: ella misma visita los locales de las marcas con varios meses de anticipación. Cuando no puede ir o ya tiene confianza con el diseñador, llama por teléfono o va su asistente todo terreno, María Reussi. En cada lugar, Awada se prueba lo que más le gusta. Si es necesario, pide algún consejo pero, la mayoría de las veces, dicen a PERFIL quienes la visten, que sabe lo que quiere de inmediato.

De ese “dream team fashion” sin dudas su preferida es Amelia Saban, de Ménage à Trois. En su reciente viaje a Holanda, eligió un vestido suyo para la cena de gala con los reyes. Hace unos meses, en el viaje que Macri hizo a España, lució otros dos modelos de ella, lo mismo que la noche de gala en el Colón el 10 de diciembre de 2016. “Las mujeres lindas son el resultado de ellas mismas. Ella es linda por naturaleza, todo le queda bien. Viene, elije algo y se lo lleva”, cuenta Saban, quien asegura que si hay algo que caracteriza a Awada, es la espontaneidad. “Nosotros, los diseñadores, estamos aprendiendo sobre la marcha. Ahora sabemos que el protocolo no es tan estricto en la primera dama. Nos lo dijo ella. Es decir, elije algún diseño más protocolar para la presentación más importante y luego se divierte usando prendas suyas u otras que combina informalmente”.

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En este seleccionado le siguen aleatoriamente Jessica Trosman o María Cher, dos clásicos en su vestuario, Gino Bogani, Graciela Zito, Evangelina Bomparola, su cuñada Yanina Solnicki y Gabriel Lage, responsable de dos vestidos muy elogiados: la cena con los Obama y la de gala con los reyes de España. Otro que suele estar cerca suyo es Martín Churba, quien asegura que Juliana es contemporánea a su estilo. “Es natural, tiene una comodidad en su manera de vestirse y arreglarse, que la traslada a su nueva figura protocolar, dejando de lado los acartonamientos”, apunta a PERFIL Churba, quien la vistió para un almuerzo con Jean Paul Gaultier.

Pero en este juego de espontaneidad y personalidad, Awada va buscando cosas nuevas y abre el campo a otros. Tal el caso de María Inés Urien y Marina Lafuente, quienes debutaron vistiéndola en su reciente viaje a Holanda. “Vino ella al local y decidió sola. Quería dos conjuntos para el día. Se llevó un tapado y un vestido. Todo lo que lleva lo lleva bien”, afirma Inés a PERFIL. En este lugar aparece Roma Renom, la joven diseñadora que Juliana eligió para una producción que hizo para Vogue Latinoamérica y para uno de los encuentros con Michelle Obama. “Juliana tiene un estilo definido, algo que fue evolucionando en su rol como primera dama. Cuando viene a mi local, la ayudo a ver las combinaciones pero ella se da cuenta de lo que le gusta y lo elige. Lo mejor de ella es su naturalidad y despojo”, afirma.

Pero en este seleccionado no sólo hay diseñadores. También entran al campo la maquilladora Estefanía Novillo, el peluquero Claudio Cerini y su dermatólogo, Fabián Bottegal.  

   En este casi año y medio, muchos se preguntaron cuál es su estilo. La respuesta es que no lo hay o, mejor dicho, sí: “El estilo Awada”, coinciden los diseñadores consultados. “Ella es la marca, se divierte con sus combinaciones y las elecciones de llevar a veces un escote más pronunciado o de elegir tan sólo jean, y eso la hace elegante”, dice Saban, quien afirma que el color que mejor le queda es el blanco. Para las chicas de L y U, ella debe descatar lo pesado o lo barroco. “Le va un estilo informal, colores terrosos desaturados, no la ves con ropa tecno vibrante”, dice Churba. “Le queda bien camel y el color crudo”, concluye Roma.


Sin gastos de representación

El vestuario que usó Zulemita Menem cuando pasó a ocupar el rol de primera dama tuvo una única firma, Elsa Serrano. Esa diseñadora también había vestido a la mujer de Alfonsín y a algunas de sus hijas pero ninguna de ellas tuvo el alto perfil que sí tuvo la hija de Menem. Cristina Kirchner usó muchas prendas de Marcelo Senra durante la presidencia de Néstor; ya como presidenta, Susana Ortiz fue la elegida. Juliana Awada tiene preferencias por algunos pero no exclusvidad. Consultado el Departamento de Protocolo del Gobierno, explicaron que ella no tiene una partida presupuestaria para “gastos de representación” en los viajes oficiales, por lo que el vestuario en esas ocasiones no lo paga el Estado.