En el momento justo. Si la intención de Nicolás García Uriburu fue que su presente personal esté en boca de gran parte de la comunidad artística que estos días participa de arteBA como los productores de moda durante el Fashion Week porteño, lo logró.
Ayer, era el "hashtag" verbal en los pasillos de esa feria de arte y en muchos de los stands podría haberse llamado #garciauriburu ya que sólo bastaba la mención de esas dos palabras para que comentarios sobre algunas frases vertidas contra su única hija, Azul –que tuvo con Blanca Isabel Alvarez de Toledo– sumados a las motivaciones que dieron pie a la solicitada se mezclaran con cifras posibles de cuánto podría cotizarse su obra en un futuro.
A su vez, cualquier periodista ajeno al "círculo del arte" que buscara ayer allí algún teléfono de Azul se toparía con respuestas negativas igual de variadas. Fuera de la feria sucedía lo mismo.
Denuncia. En la página 34 de la edición de Clarín de ayer, la solicitada que firma Nicolás García Uriburu, entre otras cosas, dice: "Me veo hoy en la triste situación de tener la salida del país restringida por una causa iniciada por mis hermanas a instancia de mi única hija, para determinar mi capacidad. (...) Nunca pensé estar en esta situación pues siempre he sido un padre presente y hasta he compartido hace unos meses un tiempo en su casa sin pensar que esa estadía iba a ser utilizada en mi contra. (...) No sólo va por más (N. de la R.: se refiere a su hija) sino que duda en avasallar los derechos de todos, de quien me acompaña hace 40 años en el desarrollo de mi carrera y principalmente los míos (...) Ella pretende hacerse cargo de mi obra y mis bienes sin esperar mi muerte". Y además el artista suma consideraciones estrictamente personales sobre Azul que, quizá sólo movido por un profundo dolor, un padre puede expresar en público sobre su hija.
Ayer, en diálogo telefónico con PERFIL, Nicolás García Uriburu ratificó todo lo publicado en la mencionada solicitada. También señaló a sus hermanas como las motoras de la presentación a la Justicia de su caso para que sea ese poder quien fiscalice un inventario de todo su patrimonio. Y apuntó cierta suspicacia acerca de que la causa recayera en la magistrada Gladys Adriana Carminatti, a cargo del Juzgado Nacional en lo Civil Nº 77 ya que esa jueza había tenido en sus manos un caso similar en el que unas hijas pretendían declarar insana a su madre, una gran coleccionista de arte. También, mencionó que, como estudioso del horóscopo y del zodíaco, entendía que estas cosas pueden estar pasándole porque "Plutón está en contra" (de su signo).
García Uriburu es uno de los emergentes de cultura pop local que muchos ubican como los jóvenes del Di Tella. En 1968, tuvo reconocimiento internacional cuando tiñó de verde los canales de Venecia. Y si bien la ecología define mucho de su obra, en los 80 pintó a los mitos argentinos como Eva Perón y la Virgen de Luján, dos íconos que en la charla telefónica con PERFIL destacó como elementos que hoy parece valorar más.
Discreción. Ante la consulta de PERFIL, su hija Azul se excusó de opinar sobre la denuncia hecha por su padre y sólo dijo: "No voy a exponer a mi padre, que no está bien de salud".
Una de las hermanas del artista, la galerista Sara García Uriburu, por cuestiones profesionales no llegó a responder a tiempo para ser incluida su palabra en la presente edición