Imágenes románticas y con glamour despojado en islas paradisíacas como la de Saint Barth, juntos, tomados de la mano, y abrazando a su pequeño Lolo de 11 meses. Esas fueron algunas de las fotos que ilustraron el verano de Guillermina Valdes y Marcelo Tinelli.También otras divirtiéndose en familia desafiando los médanos sobre un arenero en las playas de Punta del Este.
Pero esas imágenes felices quedaron en un álbum y hoy el presente los ubica geográficamente a 11 mil kilómetros de distancia, y separados sentimentalmente. Esta semana, luego de dos años de amor, tanto Valdes como Tinelli confirmaron, según ella dijo a un matutino, “una separación en buenos términos”. Y mientras se elucubran muchas razones con ribetes novelescos que podrían haber causado esa situación, ellos siguen sus respectivas vidas, aunque el tono de algunas de las teorías los obligó a salir a pedir que se frenen los dislates.
De hecho, el jueves Guillermina no suspendió la presentación de su nueva colección de zapatos de la marca que tiene junto a Fabián Paz. Espléndida y precavida, pidió a la agencia de prensa que contrató que sólo invitara a amigas y a personajes relacionados con la moda. Así pensaba evitar las preguntas sobre su vida personal. Y a pesar de que a la salida la esperaban periodistas, no habló. Con gafas negras, con Lolo Tinelli en brazos y custodiada por la empresa de seguridad que contrata siempre Tinelli, se subió al auto que la esperaba. Luego se excusó por Twitter: “No hablé con la prensa al mediodía porque fue muy violenta la salida y estaba con mi hijo”.
Por la noche, Guillermina cumplió con un ensayo tardío de la obra Sexo con extraños que protagonizará junto a Gastón Soffritti a partir del 9 de abril en el teatro Metropolitan Citi. Allí ya no pudo evitar hablar. “No pasó nada tan feo, es una situación que se dio así. Uno nunca sabe si es definitivo o para siempre. Cero celos. Nunca me peleé con ningún hijo. No está bueno que digan cosas que no son. Es muy violento porque tenemos hijos, No conozco a Sol Calabró. La verdad es que se enojaron todos porque se hablan muchas pavadas”, aseguró mientras se retiraba del ensayo. En la obra, Guillermina interpretará a Olivia Lake, una novelista madura y talentosa que se cruza con un joven bloguero famoso por sus relatos sexuales y, obviamente, la cosa termina en una relación de sexo. Este desafío la tiene entusiasmada y por eso no falta a los ensayos. Sí evita ir con el grupo a un bar cercano para no cruzarse con la prensa. Y ellos, con Soffritti a la cabeza, cerraron filas para protegerla.
Por su parte Tinelli, al igual que todos los años, hizo su tour futbolístico por Europa. Además, en la semana tuvo una reunión en la quinta de Olivos por cuestiones referidas a la AFA. También se ocupa de la vuelta del “Bailando...”, prevista en principio para el 13 de abril. Enterado de todo lo que se dijo acerca de su separación, por Twitter escribió: “El amor mío por Guille siempre está, y tanto desde ella como desde mí, no hay terceros en el medio” (...) “Es más fácil para vender una tapa inventar algo, sin medir las consecuencias” (...) “Venden pescado podrido”.
Está claro, al menos por ahora, que el motivo se mantendrá en privado.
“Lo que dicen es una pavada”
Las versiones que intentaron explicar la separación entre Guillermina y Marcelo se destruían en menos de 24 horas. La que más afectó a los involucrados fue la que ubicó a Andrea Bursten como la tercera en discordia. A punto tal que ella rompió su estilo de no hablar de asuntos privados. La viuda de Federico Ribero, amigo de Tinelli, dijo: “Es una idiotez lo que dicen los medios. Está lejos de ser cierto y me resulta una locura. Marcelo es mi amigo de toda la vida. Tengo dos hijos y, por suerte, un millón de amigos que me bancan y me apoyan. No me engancho ni me quiero enganchar en esas pavadas,ni me interesan”.
