La alfombra roja del Festival de Cannes se tiñó de verde el día de ayer, cuando se presentó el documental Que sea ley, de Juan Solanas. Muy cerca del director estuvieron su padre, Pino Solanas, el resto de su familia y personas que viajaron hasta allí para visibilizar la campaña frente a los medios internacionales, como Lola Guerra, abogada de Católicas por el Derecho a Decidir.
El objetivo fue cumplido ya que las imágenes dieron la vuelta al mundo. Primero gracias a Penélope Cruz y Pedro Almodóvar, quienes posaron con los pañuelos verdes. Y más tarde, cuando el grupo desfiló por la entrada al teatro con banderas y consignas pidiendo por la legalización del aborto, captando la atención de todos los presentes. Una reacción inmediata fue la sucedida con medios de Estados Unidos que publicaron la noticia rápidamente y la relacionaron con lo que está sucediendo en el estado de Alabama, donde el aborto no será aprobado bajo ninguna instancia legal.
Mientras esto sucedía, en Cannes se emitía el documental, que al finalizar se llevó aplausos por varios minutos. “El derecho al aborto en Argentina es un tema que me revuelve desde los años 2000, cuando descubrí que estaba prohibido abortar en mi país. Es algo inconcebible e irracional que sigo sin aceptar”, señaló Solanas al ser entrevistado por la prensa. Además, explicó qué tuvo en cuenta para realizar el proyecto. “Me impuse dos reglas: ser mi propio equipo y no forzar nunca las cosas para ser más justo y fiel a esta realidad que deseaba mostrar. A esto cabe añadir una tercera exigencia: hacerlo todo de prisa. Quería captar esta energía y dinámica de la urgencia, esta realidad cruda y fuerte”, recordó sobre el proceso, que se llevó a cabo el año pasado.
Recientemente el director habló con PERFIL y contó más detalles sobre las grabaciones. “Hice 4 mil kilómetros por el país, estuve ocho meses filmando. Quería salir del microcosmos de la Ciudad de Buenos Aires. Agarré la cámara y fui a mostrar la realidad, la verdad. Son testimonios, no aparezco, no hago preguntas”, explicó. Por otro lado, remarcó que intentó que su pensamiento no se viera en el film. “Sí estoy implicado. Pero eso no quiere decir que la película sea un panfleto, ese era precisamente el peligro que había que evitar. El documental se contenta con mostrar la experiencia de las víctimas, la complejidad de la realidad, que no se puede reducir a lemas como ‘Salvemos las dos vidas’ o ‘Aspiremos a más’”, aseguró.
Para cerrar su entrevista en Cannes, opinó sobre las mujeres que llevan adelante la campaña y aquellas que decidieron hablar y contar sus experiencias en el documental. “Admiro su valentía y su voluntad es lo que más me impresionó. Pero, sobre todo, me marcó su extraordinaria vitalidad. Son ellas las que defienden la vida, mientras que el otro bando, los llamados ‘provida’, no hacen más que fomentar la muerte”, señaló y finalizó: “Por otro lado, me impactó la brutalidad de los médicos antiaborto que, en ocasiones, se niegan a poner anestesia o hacen esperar durante 12 horas a una mujer cuya vida está en peligro”.
Reconocimiento. El documental se presentó en el marco de Proyecciones Especiales de Cannes, por lo que no compite en ninguna de las ternas. Sin embargo, los miembros encargados de la selección lo escogieron por su contenido político y social. Así lo afirmó Thierry Frémaux, director del Festival de Cannes, quien lo presentó antes de su exhibición con un pañuelo verde en la mano.
Además, permitieron a los miembros de la campaña preparar la sala con anticipación. Por ese motivo, antes que el público ingresara a la sala, se colocó un pañuelo en cada butaca y se reservó asientos especiales para quienes participaron de la película. Uno de ellos fue para el propio Pino Solanas, quien fue coproductor del proyecto y es uno de sus protagonistas, con el discurso sobre el “goce” que dio a favor de la ley en 2018.