PROTAGONISTAS
tenía 84 años

La muerte de Pino Solanas unió en el pesar a la política

El cineasta, político y embajador murió en París. Estaba internado afectado de coronavirus. Despedida en redes de colegas y amigos.

20201108_pino_solanas_cedoc_g
Pino Solanas. | cedoc

Hasta que la familia no lo comunicó por los canales oficiales, no quiso anunciar el fallecimiento de Pino Solanas. Sobre todo porque hace menos de una semana ya había circulado una fake news que se hizo viral respecto a lo que finalmente sucedió en la última hora de la noche del viernes (hora de Francia). A los 84 años, Solanas falleció en el hospital de París donde estaba internado. Ya el 22 de octubre había tuiteado sobre su delicado estado, incluso sobre su mujer, Ángela Correa, también internada por coronavirus. 

El cine como acción. París no era una ciudad más para Pino Solanas. Si bien ahora cumplía funciones como embajador argentino ante la Unesco, París fue durante muchos años su hogar cuando tuvo que exiliarse durante la última dictadura cívico-militar junto a Chunchuna Villafañe, su mujer de entonces, las hijas de ella –Juana e Inés Molina–, y su propio hijo, el hoy cineasta Juan Solanas. En ese entonces, la acción política propiamente dicha no estaba en sus planes sino que se plasmaba en su producción artística. Si bien su primer cortometraje de ficción –Seguir andando– es de 1962; sería seis años después cuando junto a Octavio Getino realiza de manera clandestina lo que se convertiría en un clásico del cine político: La hora de los hornos (una trilogía), que se exhibió en más setenta países y cosechó premios. Al año siguiente, la dupla Getino-Solanas crea el Grupo Cine Liberación en una época donde grupos similares en América Latina, sobre todo, buscan una manera alternativa de producir cine de autor y con contenido social y político como parte de una resistencia cultural a las dictaduras que Estados Unidos busca instalar en el continente. En 1971, Perón –aún exiliado en Madrid– los convoca y producen La revolución justicialista y Actualización doctrinaria para la toma del poder. Y cuatro años después, vendría otro clásico de la época, el largometraje Los hijos de Fierro. Para entonces, la Triple A ya tiene a Getino y Solanas en la mira y en 1976, un grupo de la Marina falla en el secuestro a Solanas. Un hecho que, como a muchos argentinos, no le dio más opción que la muerte o el exilio. Tras una escala en Madrid, se instaló en París, donde, como otros exiliados y artistas europeos, denuncia el horror de la dictadura cívico-militar.  

El regreso y la política. Con la llegada de la democracia en 1983, Solanas regresa a la Argentina y hasta que decide dedicarse a la actividad político-partidaria, sigue con su rol de director de cine y documentalista. Sí es uno de los que ya se suma al debate por modificar la ley de radiodifusión de la dictadura cívico-militar, debate que, como se sabe, aún impiden sus máximos beneficiados desde entonces. Luego vendrían sus denuncias por lo que consideró –como muchos argentinos– la traición de Menem a sus votantes peronistas, las privatizaciones de los canales, la reforma del Estado y la corrupción menemista. Es en esa época cuando atentan contra su vida en la vía pública. A su vez, títulos de películas se acumulan hasta la fecha, con mayor y menor repercusión, pero ya en 1992 Solanas hace su ingreso a la política y el 26 de junio de 1992 va como senador nacional de la Ciudad de Buenos Aires por una agrupación que se estrena en esas elecciones, el Frente del Sur. A partir de entonces, integra otras formaciones políticas, fue diputado nacional; se aleja un tiempo de la política para volver a filmar, y finalmente regresa e incluso es candidato a presidente en 2007. Y desde entonces, alternativamente, legislador en ambas Cámaras, hasta que el actual gobierno lo promueve como embajador en la Unesco.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

 

Masivo adiós en redes sociales

Las condolencias se acumularon en las redes sociales por la muerte de Pino Solanas. Desde Alberto Fernández y Cristina Kirchner hasta dirigentes de otros espacios señalaron arte, militancia, compromiso y generosidad. “Lo recordaremos por lo que nos dejó como cineasta y por su inquebrantable compromiso político”, fue parte del mensaje del Presidente; la vicepresidenta posteó “Desde La hora de los hornos hasta El exilio de Gardel, Pino Solanas logró, con talento inigualable, la mágica fusión de cine y política… de arte y militancia”. Incluso Elisa Carrió le dedicó unas palabras, y Martín Lousteau recordó cuando compartieron el Frente UNEN. “Más allá de la historia familiar que unía a mi familia con Pino, también tuve muchas reuniones con él; en uno de los primeros encuentros para el armado del frente fuimos a cenar, cuando ni siquiera Alberto (Fernández) era candidato, al restaurante Santa Evita, con Alberto y con mi tío Mario, quien también falleció hace poco, por lo que es un año muy duro”, expresó Santiago Cafiero. En tanto, la Asociación Argentina de Actores expresó “condolencias a su compañera, la actriz Ángela Correa, a su hijo, el director Juan Solanas, familiares y seres queridos”.