Recepción, ceremonia religiosa, ceremonia civil y luego la fiesta propiamente dicha. Así se organizó el casamiento de Jorge Lanata con Elba Marcovecchio. Un ritual que estaba en los comienzos al cierre de esta edición. Y sobre todo uno diferente a las anteriores relaciones de pareja que tuvo el periodista. Fuera de algún romance con una joven periodista argentina residente en España a quien conoció cuando ésta viajó a Buenos Aires para entrevistarlo, las otras parejas fueron de un perfil discreto, incluso cuando ya siendo él un profesional reconocido se casó con Silvina Chediek. Antes, había estado casado con Andrea Rodríguez, madre de su hija mayor y líder de bajo perfil del equipo de producción de Lanata en la radio; luego con Patricia Orlando por unos dos años; a ella le siguió Chediek –apenas un año y separación–, y finalmente Sarah Stewart Brown, con quien el periodista tuvo a su segunda hija, y también una separación mediática dado el alto perfil que él atravesaba en aquella época.
A diferencia de las mencionadas, Elba Marcovecchio no se siente incómoda frente a las cámaras sino todo lo contrario. Ella, como dijo Lanata a Eduardo Feinmann en el pase radial del jueves, organizó toda la celebración. El lugar elegido es El Dok, ubicado en Exaltación de la Cruz. Un espacio multieventos del empresario Diego Lerner cuya inauguración en 2018 fue mediática –pese a dicho anfitrión– porque se viralizaron videos de su amigo Mauricio Macri –por entonces presidente de la Nación–, bailando y cantando al ritmo del show de Tini Stoessel a escasas tres horas de anunciar el duelo por el hallazgo del submarino ARA San Juan y la muerte de sus 44 tripulantes. En ese predio, Lanata y Marcovecchio –vestida por Gino Bogani– recibirán a sus 120 invitados.