Formar a un astronauta es algo que lleva mucho tiempo. En el espacio pueden surgir problemas físicos, producto de situaciones derivadas de la microgravedad. Se lo puede ver en una filmación que difundió Samantha, donde ella quiere bañarse y se ve la acción del agua que se transforma en burbujas, a raíz de que la gravedad es cero. Esto produce algunas alteraciones, un pequeño envejecimiento tanto en la piel como en el organismo en general. El problema más serio en la mujer con respecto a esto es la menstruación: al ser líquida, la persona tiene que implementar más medidas en cuanto a la higiene. Varias astronautas han llegado a tomar medicación para cortar el ciclo de menstruación. A veces puede ocurrir una amenorrea, o sea la falta de menstruación, que es producida no sólo por las condiciones del viaje, sino por el estrés. Aquí entra la segunda pata, que es la psicofisiológica: se estudia mucho, antes de viajar, que la persona no sufra de claustrofobia, algo que se puede producir tanto en el hombre como en la mujer.
Otra cosa que sucede, en las vértebras dorsales, es una especie de separación entre los espacios por donde pasan los nervios, lo que hace que la persona aumente un centímetro su estatura. Al regreso del viaje vuelve a su altura normal.
*Comodoro, médico, director del Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica Espacial (Inmae)