Provocaciones, a esta altura, no le faltan. Podría decirse que llegó a lo más alto, pero a la reina del pop la comodidad no es algo que, irónicamente, le siente cómodo. Por eso, cuando parecía que los escándalos personales eran patrimonio de colegas más jóvenes como Britney Spears, Lady Gaga, Miley Cyrus o Rihanna, ayer se supo de una confesión inesperada de Madonna.
En una entrevista con Harper’s Bazaar, revista de la que será tapa el mes que viene en Estados Unidos, ventiló secretos que nadie hubiera pensado que todavía, con 55 años y una carrera de intensa exposición, tuviera guardados. “Fui asaltada con un arma, violada en el techo de un edificio al que fui arrastrada con un cuchillo en la espalda y entraron a robar a mi departamento tres veces”, reveló la cantante a dicha publicación. Los terribles episodios fueron parte de la dura bienvenida que le dio Nueva York a la cantante a principios de los 80 cuando era una aspirante a bailarina que, según cuenta en el mismo reportaje, apenas empezaba a depilarse después de una adolescencia en la que la rebeldía, para ella, consistía no en tomar drogas ni alcohol, sino en afearse.
El número de la famosa publicación de moda que saldrá en noviembre invita a “atreverse” y, para ahondar sobre este asunto, decidieron escuchar a la voz de la experiencia: Madonna. La diva hizo memoria sobre cómo fue cambiando este concepto a lo largo de su vida y posó en una producción de estilo sadomasoquista para el polémico fotógrafo Terry Richardson.
“Cuando tenés 25, es bastante más fácil ser atrevido, especialmente si sos una estrella pop, porque ser excéntrico es algo que esperan de uno”, dijo. “A los 35 estaba divorciada y buscando amor en los lugares equivocados. Me di cuenta de que necesitaba ser algo más que una chica con dientes de oro y novios malos…”, continuó la cantante.
En ese momento, dice, el atreverse significó ponerse seria y convertirse en madre. De esa experiencia evidentemente salió airosa –hoy es mamá de cuatro niños, dos biológicos y dos adoptados–, y con el mejor álbum de su carrera, Ray of Light, dedicado a su primogénita, Lourdes.
“Con el paso de los años, la idea de atreverme se convirtió en una norma para mí. Claro, esto lo veo ahora desde otra perspectiva, porque hacer preguntas, desafiar las ideas de las personas, la veracidad del sistema y defender a aquellos que no tienen voz es algo que se ha vuelto, en mi vida, una cosa de todos los días”, resumió la estrella, que pertenece al grupo de famosos filántropos como Bono o Bill Gates.