Una imagen pudo más que desfiles y campañas en redes sociales. En la gala del último G20, Juliana Awada apareció con un vestido negro bajo una red de cristales y el nombre de Marcelo Giacobbe pasó a un plano diferente. Mientras ultima los detalles de la apertura de su primer espacio en Galería Promenade, el diseñador sigue recibiendo consultas sobre esa prenda que Awada usó en Hamburgo.
—¿Cuándo se contactó con vos Juliana Awada?
—Con Juliana nos conocemos desde hace dos años aproximadamente. Nos pusimos en contacto y vino a mi estudio anterior. Además de este vestido, tiene otros de colecciones anteriores.
—¿La prenda que llevó al G-20 es la que ella específicamente buscaba?
—En realidad tuvimos una reunión muy amena, ella es conocedora de moda y tiene un estilo inconfundible. Pensamos varias opciones y esa fue la ganadora: un vestido de mi última colección de invierno en red de cristales y crepe italiano. Es corte es muy simple pero el contacto de la red con el cuerpo y los cristales es lo que lo hacen proyectarse; funciona muy bien con el juego de las luces.
—¿Awada se probó otros modelos de tu colección?
—Sí, varios. Algunos de encaje con apliques de orquídeas y figuras que ilustro a mano construyendo mis propios apliques y otras opciones en redes. Toda la vida ilustré y me gusta incorporar esto al textil.
—¿Hay alguna prenda de tu colección que te gustaría que también ella use?
—¡Muchas! Trabajar con Juliana es un placer, se puede trabajar con total libertad y tiene muy buena silueta. Es el sueño de cualquier diseñador.
—¿Las pruebas se hicieron en la residencia de Olivos?
—Solamente tuvimos dos, una en mi estudio y otra en Olivos. Ella tiene una agenda muy ocupada e intente siempre ser muy responsable con el uso del tiempo.
—¿Qué sentiste cuando viste las fotos del G-20?
—Una sensación increíble. Te diría que hoy en día todavía no lo creo. Mi formación es en la FADU, una universidad publica, vengo de una familia muy trabajadora, donde nos inculcaron valores como ser constante y esforzarse por lo que uno quiere hacer. Hoy veo que todo ese esfuerzo valió la pena. Participé de varios concursos de diseño internacional y fui finalista del prestigioso concurso DHL Internacional pero llegar a vestir a la primera dama de mi país es algo que voy a atesorar profundamente. Es una industria donde hay que esforzarse mucho, aprender constantemente y de vez en cuando pasan cosas lindas que son un mimo, vestir a Juliana es uno de ellos.
—¿El vestido es una prenda para primera dama? ¿ El protocolo para casos como esa cumbre es más flexible que en otros tipos de visita?
—El protocolo era “gala”; para mí fue importante respetarlo: no al escote profundo ni a mostrar piernas y sí lograr un vestido en el que se sintiera cómoda y fuera ella. Debe ser muy emocionante estar en otro país representando a Argentina y no hay mejor manera de hacerlo que con una sonrisa.
—¿Cuánto tiempo de trabajo demanda esa prenda?
—Es un vestido laborioso ya que es una red de cristales tejida al crochet y se trabaja directamente con el maniquí. Es un material con carácter, cuerpo y peso, al ser una red se adhiere al cuerpo.
—¿Qué pasó cuando empezaron a circular las fotos de Juliana con tu prenda?
—Fue muy gracioso, porque al mismo tiempo que ella estaba en Hamburgo, acá estábamos entregando vestidos a clientas. Entonces mi teléfono empezó a hacer luces y ahí me di cuenta qué estaba sucediendo, pero no podía mirar por que estaba trabajando. Cuando terminé pude verlo y ya la gente estaba interactuando por Instagram. Me alegra ver que fue muy recibido, me llovieron mensajes por redes sociales, llamados...Todavía estoy poniéndome al día con toda la gente que se tomó un tiempo para escribirme.
—¿Tenés pedidos para replicar ese modelo?
—Hay mucha gente que se contactó pero por ahora estoy coordinando con clientas para que vean y se prueben la réplica del vestido. Trabajo mayormente a medida, ya sea para una figura pública o clientas. Para mí el valor es siempre ese, que sea algo que se pueda atesorar.
—¿Se comunicaron de Presidencia con vos después del G20 o la misma Juliana?
—Sí, estuvimos en contacto...Todas palabras lindas sobre mi trabajo. Siempre con mucha calidez.
—¿Además de Juliana y de Pampita, hay otras famosas que ya vestiste? ¿O a partir de que ellas usaron prendas tuyas, se sumaron clientas famosas?
—Trabajé durante tres años presentando en Buenos Aires y en Nueva York. Fueron años de mucha intensidad pero pude hacer muy buenos contactos: vestí a Olivia Palermo para la tapa de Brides Magazine, a Karlie Kloss para Vogue EEUU y salí varias veces en el instagram oficial de Vogue USA. A nivel local, aparte de Juliana y Pampita, vestía a Valeria Mazza, Carla Peterson, Celeste Cid, Liz Solari, entre otras....
—¿La apertura de las importaciones en el ámbito textil, a creadores como vos que tienen mucho de trabajo artesanal y piezas casi únicas, los afecta?
—Los últimos años el sector fue herido por la falta de insumos. Siento que la apertura de las importaciones está siendo gradual en mi sector y podemos conseguir insumos más fácilmente. Creo que la apertura debe seguir siendo gradual y siempre hay que favorecer a la industria textil argentina.
—¿Cómo llegaste a presentar tu colección en Nueva York?
—Fui seleccionado en el 2013 por Cancillería para presentar junto a otros siete diseñadores en el calendario oficial de la Semana de la Moda. Fue increíble y aprendés muchísimo. Luego presenté de manera independiente durante tres años, tuve muy buena aceptación de la prensa.