PROTAGONISTAS
Entrevista

Entró a Twitter para combatir el bullying y se convirtió en influencer gourmet

Tiene 41 años, abrió su cuenta para responder una burla y a diario da lecciones contra la discriminación y mensajes de inclusión.

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Maximiliano, quien cumplió 41 años el 9 de octubre, suele compartir sus fotos mientras prepara exquisitos platos.  | Gentileza Twitter /@MaximlianoMart3

Maximiliano Martínez acaba de cumplir 41 años y vive Derqui, Pilar. Su gran pasión se divide entre Boca Juniors —el club de sus amores— y la cocina. Incursionó en Twitter no hace mucho para responder a un meme que hicieron con una foto suya en el que se burlaban de su estatura. Lejos de quedar ahí, logró captar la atención de los casi 60 mil usuarios que lo siguen con sus mensajes positivos y lecciones contra el bullying y la discriminación, sumado a las fotos y videos que postea para mostrar sus recetas ‘gourmet’.

Su salto a la popularidad tuitera —su usuario es @MaximlianoMart3— se dio a finales de 2018 cuando, alertado por sus familiares, tomo conocimiento de que una foto que él había compartido en un grupo de hinchas de Boca en Facebook, se había convertido en meme y circulaba en las redes con el mote despectivo de "enano bostero asador".

"Mis primos que son más de andar en las redes me comentaron que había un meme con una foto mía, que yo había publicado en un grupo de Facebook de Boca en diciembre de 2018, donde me mostraba haciendo un asado en la previa antes de un partido. Muchas de las burlas que le hicieron a esas fotos vino por parte de hinchas de River, una en particular decía algo así como 'ponele me gusta si tus asados son cada vez más chicos'. Después se viralizó en Twitter y Instagram", contó Maxi a PERFIL.

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Esta foto fue la que compartió Maxi en Facebook y luego se viralizó como meme. Gentileza Twitter /@@MaximlianoMart3

En ese sentido, agregó: "Mi idea era entrar a Twitter, contestar y cerrar la cuenta, pero la gente me empezó a decir que no lo haga y así quedó. Al principio me enojé, pero cuando vi que quienes lo escribían eran chicos, les mandé un mensaje tranqui de que no deberían hacer esas cosas porque ante los ojos de Dios somos todos iguales y que no deberían hacer ciberbullying".

"Desde ahí empecé a tener el apoyo de la gente y muchos mensajes en donde me perdían perdón, hay personas que me dicen 'me reí con un meme tuyo, pero te pido mil disculpas'. Muchos no saben cuando comparten un meme qué hay detrás de la vida de esa persona", completó Martínez en diálogo con este medio.

Si bien en su vida diaria, gracias a sus amigos de toda la vida y el sostén de su entorno, nunca sufrió bullying antes del episodio de Twitter, Martínez aconsejó: "Nunca lo padecí, pero sé que hay chicos que lo sufren en las escuelas, por eso me gustaría que los profesores y las familias se den cuenta lo que les pasa y los traten de ayudar, además que el trate de reaccionar y hable con los mayores para no sentirse solo porque no está solo".

Herencia culinaria. "Además de publicar mensajes positivos, pongo fotos de cuando cocino al aire libre porque es algo que me encanta, cuando hay un día lindo ya me pongo a juntar leña y hago un asado o un pollo al disco. Cuando era chico siempre me quedaba a ayudar a mi papá, que falleció hace 10 años, al lado de la parrilla. A él le encantaba cocinar afuera y eso lo aprendí de él. En Twitter me piden que haga un canal de Youtube para mostrar las recetas", confiesa. Cada vez que se muestra mientras prepara algún plato especial -asado, ñoquis, guiso de lentejas, empanadas, alguna receta al disco-, lo hace con el gesto del dedo pulgar para arriba, lo que significa que 'está todo bien'. Y así lo vive él, con alegría.

Reclamos y resultados. Tener notoriedad en Twitter y tantos seguidores, le trajo beneficios, dado que lo que él publica no pasa desapercibido. Semanas atrás se quejó sobre el mal funcionamiento de unas máquinas en una sucursal bancaria de Derqui y la respuesta no tardó en llegar: "El último mes que fui a cobrar, que lo hago siempre por caja, me estaban esperando el gerente de la sucursal y hasta el de seguridad. Llegué y le dije al cajero si me daba un ticket por discapacidad y me dijo 'esperame un segundo que quieren hablar con vos, una gran atención'. Yo quería cobrar e irme, pero ahí me esperaban para decirme que habían arreglado y que pusieron una máquina más y cambiaron algunas cosas y todo funcionaba bien".

Otro de los logros que se puede adjudicar Maxi con sus reclamos es el del arreglo de la calle donde vive: "Un domingo publiqué que por ahí era imposible pasar y ese día a la noche ya me llamaron de la municipalidad. Está bueno eso porque yo reclamo para la gente, no para mí".

También, y por esta fama repentina, a Maxi lo contactan por privado para que vaya a fiestas de egresados para que haga presencias. "Tengo un primo que me lleva porque tiene auto, me contratan para que vaya y me saque fotos", explica.

Sobre el próximo encuentro de Boca, justamente contra River el 22 de octubre, anhela: "Ojalá el partido de vuelta del superclásico lo podamos dar vuelta, justamente".

FDS/FF