No hay duda que estar navegando en un yate de tan amplias dimensiones es un lujo. Es algo que Messi, como muchos de quienes eligen Ibiza para pasar el verano europeo, puede permitirse. Pero dado el rebrote de coronavirus que vuelve a preocupar a Europa y a Cataluña y en particular dentro de España, un yate puede verse casi como una medida preventiva. Se minimizan los contactos y finalmente si se diera algún caso, esa pequeña comunidad ya de por sí está aislada. Y sobre todo, se puede controlar de manera más asertiva. Y si bien Ibiza es una isla bastante al sur de Barcelona, la circulación del virus no es lineal.
Messi es de quienes están pasando sus vacaciones del verano europeo a bordo de un yate, una costumbre que tiene hace algún tiempo. También forma parte compartir ese tiempo con uno de sus mejores amigos, el uruguayo Luis Suárez y su familia, y Pepe Costa, jefe de la oficina de atención al jugador del Barcelona. Incluso en otras oportunidades se sumó Cesc Fabregas, con mujer e hijos.
El yate Lex es de amplias dimensiones y en alta temporada –como es la actual en Europa– cuesta de 49 mil a 54 mil euros por semana. En esa nave de lujo, están los Messi y Suárez de vacaciones. Y en la previa a subirse a bordo, hicieron escala en un hotel de Ibiza que en Argentina incluso se vio por dentro, porque allí recalaron Marley y Lizy Tagliani para uno de los programas de Marley y sus viajes por el mundo.
Temor latente. Antes de iniciar las vacaciones Messi terminó con 25 goles en la Liga Española, cuatro más que Karim Benzema. Y eso hizo del argentino el primer jugador en terminar como el máximo goleador de la liga en siete temporadas diferentes. Alcanzó ese hito a pesar de estar ausente en algunos partidos debido a la lesión que sufrió al principio de la temporada: esos 25 goles los hizo en 33 partidos. Esta es también la tercera temporada consecutiva que él termina con la mayor cantidad de asistencias, 21 en la liga. “Los logros individuales son siempre secundarios”, dijo Messi consultado por un récord más en su carrera.
Este tiempo al aire, sol y mar es previo al desafío que el Barcelona tendrá como local, el 8 de agosto contra el Napoli en los octavos de final de la Liga de Campeones. Todo esto sucederá si es que el coronavirus no redefine la temporada europea.
En España. Cataluña se convirtió en la última región en tomar medidas fuertes respecto de su vida nocturna. Esa región ordenó que todos los clubes nocturnos cerraran durante 15 días y pusieron un toque de queda a medianoche en los bares del área metropolitana de Barcelona y otras ciudades próximas dado los contagios que se presentaron. Incluso hubo un club de la segunda división española que informó de doce casos nuevos, con un total de 28 infecciones entre jugadores y personal. Fuenlabrada, con sede en Madrid, también dijo que dos personas más que habían estado en contacto cercano con el equipo también dieron positivo. Y a eso se suma como dato de color, que un ex mediocampista famoso del Barcelona informó ayer que tiene coronavirus. Xavi Hernández, hoy entrenador del Al-Sadd de Qatar, dio positivo por coronavirus. “Afortunadamente me encuentro en perfecto estado pero aislado hasta que lo supere”, informo Xavi. “Cuando las autoridades sanitarias me lo permitan, me incorporaré a mi rutina y mi trabajo diarios”.
Un duelo postergado por el coronavirus
Fuera de los estadios europeos, hay otra contienda revestida de mucho glamour y el césped se reemplaza por la alfombra roja. También los flashes ya no siguen pases, gambetas y goles sino jugadores que dejaron de lado el vestuario deportivo y botines por looks de etiquetas. Y hasta revalorizan su influencia en los millones de seguidores que tienen en el mundo convirtiéndose en modelos de marcas premium con representantes que afanosamente se pelean por vestirlos. Ese duelo es la entrega anual del Balón de Oro, premio que otorga la revista France Football. La primera vez fue en 1956 y lo ganó el inglés Stanley Matthews. Varios nombres de que integran la historia del fútbol mundial se llevaron la preciada esfera. Pero desde hace algo más de una década, las miradas se centran solamente en dos jugadores: Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Y esos segundos previos al anuncio del nombre, no hay cámara que se pierda de registrar el gesto de uno y otro al escuchar el nomine del ganador. Por ahora, el récord lo tiene el argentino con seis balones de oro, uno más que el jugador luso.