Ayer finalmente el delantero de la Selección nacional llegó a Estados Unidos y ya había una decena de hinchas argentinos esperándolo en la puerta del hotel Mansión Haye, en San José, capital del condado de Santa Clara, ubicada al sur de la bahía de San Francisco. Ese lugar es el búnker que ocupará el equipo nacional que disputará la Copa América.
Las únicas declaraciones que se conocieron de Leo Messi con respecto a la causa judicial que lo llevó el jueves a enfrentarse a la audiencia de Barcelona fueron precisamente las que hizo ese día ante el mencionado tribunal. Esto es: “Yo me dedicaba a jugar al fútbol y confiaba en mi papá”; “No sabía nada. Confío en mi papá y en ningún momento se me pasó por la cabeza que me fuera a engañar” o “No, nunca le pregunté (a mi papá) ese tema” cuando le pidieron que respondiera si le preguntaba a su padre si tenía que pagar impuestos. También negó tener conocimiento de si el dinero de los contratos se depositaba primero en Suiza, luego en el Reino Unido y finalmente en Uruguay. En el país vecino, según remarcó el abogado del Estado después de la audiencia, Messi paga “Cero % por las exorbitantes cantidades que gana mientras que en España, donde vive, debería tributar el 50%”.
El caso. Al jugador y a Jorge, su padre, el fisco español lo acusa de haber evadido entre 2007 y 2009 la suma de 4,1 millones de euros.
Ayer, pocas horas antes de que Messi aterrice en Estados Unidos, tanto la fiscal como el abogado que representa al Estado español expusieron opiniones opuestas sobre la situación del jugador.
La primera en hacerla pública fue la fiscal Raquel Amado. Ella fue contundente en su pedido de eximición de toda culpa a Leo pero de igual tono apuntó contra Jorge, el padre de Messi, y ratificó su pedido de culpabilidad.
“Leo Messi debe ser absuelto (...) Si alguna duda había, se ha despejado. (...) El fraude se ejecuta porque hay una decisión del padre del futbolista, que es su álter ego en la gestión económica”. Asimismo, recalcó que “no se ha negado ni discutido por la defensa el delito” ya que “la simulación no deja lugar a dudas y se llevó con fines de ocultación y defraudación”.
Por su parte Mario Maza, el abogado del Estado español, fue lapidario en especial con el delantero argentino. Y aunque aclaró que no quería compararlo con un mafioso, graficó la conducta de Messi de esta manera: “Es lo mismo que el capo de una estructura criminal. Por encima, encima está el jefe, el mandamás, que no se entera de los avatares. Leo Messi no se ocupaba de reunirse con los abogados, sino de jugar al fútbol y rendir en los partidos (...) A él sólo le interesa el resultado final y eso era la no tributación de los derechos de imagen”. Y si alguna duda quedaba sobre sus palabras agregó: “La credibilidad de la declaración de Lionel Messi es cero.” (...)Messi y su padre son profanos en temas tributarios y no son capaces de crear un entramado societario, pero son capaces de entender lo que es pagar impuestos.”
Obviamente Amado y Maza difieren en las penas. La primera pidió un año y medio de prisión sólo para Jorge Messi; Maza insiste en que la condena debería ser similar para padre e hijo: 22 meses y 15 días de cárcel