El fenómeno que generó Game of Thrones será difícil de repetir. Millones de personas estuvieron frente a sus televisores mirando el final de la serie y los productores ya comenzaron a filmar un spin-off para continuar con la historia. La última temporada fue la más corta de todas con seis episodios de los cuales dos fueron dirigidos por Miguel Sapochnik quien nació en Londres, pero sus padres son argentinos y tiene una fuerte relación con el país.
Su nombre completo es Miguel Vicente Rosenberg-Sapochnik. Su padre, diseñador gráfico, y su madre, psicóloga, vivieron en Argentina hasta 1969 cuando decidieron abandonar el país por motivos políticos. La dictadura de Carlos Onganía continuaba y ellos decidieron mudarse al barrio Hammersmith en Londres para seguir con sus vidas. Una vez instalados allí la familia comenzó a crecer y en 1974 nació Miguel.
Cuando era pequeño sus padres le hablaron de Argentina y realizó varias visitas al país. Sin embargo, uno de sus primeros recuerdos se relaciona con la Guerra de Malvinas.
Según explicó en una entrevista con el medio Variety ellos le explicaron que el gobierno de facto en Argentina usaba la guerra para distraer a las personas y a la prensa de lo que estaba sucediendo en el país. Miguel tomó esto y lo contó a sus compañeros ingleses quienes no lo trataron bien. “Era doloroso sentir que yo sabía lo que estaba sucediendo de verdad y que nadie me creyera”, recordó.
Esa experiencia marcó el resto de su infancia y también su carrera como director. De hecho, en algún momento pensó autogestionar un filme cuya trama estaba inspirada en esos hechos. La historia contaría la obsesión de un psiquiatra argentino con vengar la muerte de un primo por un soldado inglés en Malvinas. Hasta el momento ese proyecto no pudo realizarse, pero Sapochnik cree que Buenos Aires es una excelente ciudad para filmar. “Es hermosa y tiene una gran mezcla entre lo nuevo y lo viejo”, aseguró en la misma entrevista.
Récords. El director no llegó a Game of Thrones para su última temporada sino que filmó un total de seis capítulos para el show. De esos se destaca el episodio “La batalla de los bastardos” por el cual ganó un Emmy a Mejor Director de una Serie de Drama en 2016. El trabajo que realizó fue considerado como la secuencia más larga (28 días de grabación) y costosa (diez millones de dólares de presupuesto) jamás hecha para televisión. Además batió récords de audiencia y eso provocó que los guionistas lo quisieran para la última temporada. “Necesitábamos tener a bordo con nosotros a Miguel para poder lograrlo”, reveló el productor ejecutivo de la serie David Benioff.
Los dos episodios que filmó Sapochnik incluyeron guerras masivas. Sin embargo, uno se destacó por el nivel de producción y el tiempo que necesitó para hacerse. Se trata de “La larga noche”, el tercero de la temporada y que destronó al que le dio el Emmy. Según información de la productora se destinaron 15 millones de dólares para llevarlo a cabo. También se necesitaron cerca de 4 mil extras que junto con los actores principales y el equipo de filmación trabajaron 55 noches consecutivas para poder tener todas las escenas necesarias. El set se montó en Irlanda del Norte donde la temperaturas alcanzaron los 14 grados bajo cero. “Creo que antes de empezar nadie se imaginó lo difícil que sería. Visto desde ahora es algo que no quiero volver a hacer en mi vida. Creo que nadie de los que estuvieron allí lo quiere repetir”, señaló el director entre risas tras el episodio.
La cadena HBO planea su futuro tras fin de la era "Game of Thrones"
Futuro. El próximo proyecto de Sapochnik también lo tendrá liderando una producción con gran elenco. La película se llamará BIOS y tiene como protagonista a Tom Hanks. El actor interpretará a un hombre que sobrevivió a un cataclismo y que debe emprender un largo viaje con su perro y un robot a través de un continente devastado por la radiación solar. El film se encuentra en posproducción y se espera que se estrene internacionalmente en octubre de 2020.
Según el propio director el género de ciencia ficción es uno de sus preferidos. “Funciona para mí como una forma de trasmitir un concepto social en forma de entretenimiento”, señaló. Y agregó: “Los films que solo se centran en el realismo social pierden por momentos el camino porque se olvidan de que también deben ser entretenimiento”.