Es uno de los mejores jugadores del mundo y también uno de los mejores pagos de la Selección. A mediados de 2012, el París Saint Germain desembolsó 31 millones de euros por su pase y en ese equipo logra destacarse a pesar de compartir camiseta con Zlatan Ibrahimovic e incluso con David Beckham, quien se acaba de retirar del fútbol profesional siendo compañero suyo.
Y como pasa con muchos de los profesionales de elite, está en pareja con una modelo, Yanina Screpante. Ezequiel Lavezzi tiene todo: fama, dinero, un físico envidiable que cubrió de atractivos tatuajes y una pareja que, a diferencia de otras, eligió acompañarlo con bajo perfil.
Muchas de estas cualidades –y la difusión internacional de su imagen– lo llevaron a ser elegido por Etiqueta Negra como protagonista de su nueva campaña, la misma que alguna vez hiciera, por ejemplo, Ricardo Darín. Durante la producción realizada esta semana, posó muy canchero junto a la morocha más sexy de las actrices jóvenes, Calu Rivero.
A pesar de su posición de privilegio en el universo futbolístico, la ostentación no lo caracteriza. La única vez que sí lo hizo fue hace unos años para una entrevista a una revista dominical donde habló de su gusto por los relojes, por los autos premium y por los diseños de firma y de la que luego se arrepintió porque ése no es el perfil que quiere para su carrera.
Y su novia acompaña esa postura. Se ha negado a rajatablas a las notas que le piden para que pose en el hotel Particulier que habita en Neully-Sur-Seine, una aristocrática zona de las afueras de París. Y también posar en la casa que alquila durante los días que pasa en los veranos esteños.
Tampoco, se lo verá atravesar el hall de Ezeiza con un carro cargado de valijas Louis Vuitton. “Soy de darme los gustos; si algo me gusta, lo compro y no lo hago para mostrárselo a nadie”, suele decir.
Por su profesión, Pocho llegó a conocer a celebridades como Mónica Bellucci. Es que Aurelio de Laurentiis, presidente del Napoli, su anterior equipo, es también un reconocido productor cinematográfico y por eso en diciembre último, en la presentación de una película suya, Ezequiel, junto con sus compañeros, presenció la avant premiere y allí se cruzó con la mencionada actriz. “Conocimos y saludamos a algunos actores”, decía Pocho, como un fan más.
En abril de este año, Marcelo Tinelli viajó a París con sus amigos para celebrar su cumpleaños y ver el certamen de clubes más prestigioso de Europa, y en esa agenda figuraba el duelo entre el París Saint Germain contra el Barcelona de Lionel Messi. Y tras el partido, Tinelli le pidió de cenar, ya que se hizo fan suyo tras su exitoso paso por San Lorenzo. La comida finalmente tuvo lugar en el restaurante del hotel Costes.
Pero Lavezzi no se olvida de sus orígenes. Nació en Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe, y se define como un chico “de una ciudad muy pegada a Rosario. Empecé a jugar al fútbol de chiquito. Mis padres se separaron cuando yo tenía 2 años. Mi viejo laburó toda su vida arreglando heladeras y mi mamá trabajó como empleada doméstica. Yo, prácticamente, me he criado con mis dos hermanos porque mi vieja tenía que trabajar para que nosotros pudiéramos estar bien”.
Y cuando se le pregunta qué queda de ese chico, sin vacilar, responde que sigue siendo la misma persona. “Pese a que mi vida es distinta. Los amigos que me conocen saben que no cambié. Lo que es incómodo es cuando caigo con un auto, y me preguntan cuánto sale. Eso me cuesta”, dice.
“No soy una botinera”
Lavezzi está en pareja con la modelo Yanina Screpante desde hace ya tres años. Se conocieron en un boliche por amigos en común. Luego, ella se mudó con él primero a Italia y, en 2012, a Francia.
Yanina se crió en el barrio Cardales. Y si bien ya era modelo de Pancho Dotto cuando conoció a Lavezzi, dejó todo por amor. En ese entonces, estaba en su momento de mayor popularidad a raíz de un fugaz romance con Juan Martín del Potro.
A la modelo le quedan pocas materias para recibirse de decoradora de interiores y asegura que no se siente una botinera y que no necesita un tipo que la mantenga. A la hora de hablar acerca de qué la enamoró del Pocho resalta “su chispa” y cómo ensambló las familias, ya que él tiene un hijo de una pareja anterior, Tomás, de 7 años.