“Justo acabo de ver la película. Igual en mi caso es por trabajo”, aclara entre risas Verónica Gandini (36). Se refiere a Infinity War, la megaproducción de Marvel que a 48 horas de su estreno en el país es un récord: 164.968 espectadores. Ella estuvo en la primera función del jueves: necesitaba ver cómo adaptaron al cine a los personajes que ella da vida en sus cómics.
De profesión “pintora digital” –así define ella su actividad–, comenzó de manera autodidacta con un cómic propio que realizó junto a su novio. Si bien solo tuvo cinco números y quedó inconcluso, fue el primero de varios sucesos que determinaron su llegada a las dos empresas más importantes del mundo. En la actualidad más de 350 trabajos llevan su firma, entre ellos Wolverine, Ironman, Thor, Spiderman, Toy Story y Nemo.
—¿Cómo llegaste a este presente con los cómics?
—Luego de hacer mi primer proyecto conseguí a través de internet el contacto de un chico con quien hicimos un cómic que terminó editándose en Estados Unidos; con él trabajé dos años. En ese momento ganaba poco, casi nada, pero me ayudó a tener experiencia. Luego él me fue recomendando con gente que conocía hasta que llegué a Image Comics, la cuarta editorial más grande de ese país. Me ofrecieron pintar en una prueba, les gustó y quedé. Ahí estuve durante tres años y en 2011 fui nominada a un premio Harvey. Es un reconocimiento importante dentro de la industria.
—¿Y cómo fue el salto a Marvel?
—Uno de los chicos que trabajaba en la compañía también lo hacía en Marvel. Yo viajaba a la Comic Con de San Diego para intentar hacer contactos y me recomendó que viera a un editor de Marvel a quien pude mostrar mi porfolio. Eso fue en julio de 2009. Pasaron las semanas y en octubre recibí un mail para hacer una página como prueba; les gustó y arranqué.
—Sin embargo, también trabajás para DC, la contra.
—(Risas) La cuestión de rivalidad es más para los fans. La gente de las empresas son todos conocidos. Los editores se llevan bárbaro entre sí y la mayoría de los artistas trabajan para ambos. Sólo algunos tienen contrato de exclusividad. En mi caso, trabajando para Marvel hice equipo con un dibujante filipino al que le gustó mi trabajo y me llevó a DC en 2013; él estaba haciendo Mortal Kombat y me hizo entrar.
—¿Hay muchas mujeres en la industria?
—Es bastante reducido dentro de los procesos de creación. Sin embargo, hoy se ha ampliado y las mujeres se meten mucho. Antes el “mundo nerd” tenía una mirada machista, se creía que era algo solo para hombres. En la actualidad hay más editoras, guionistas y artistas ocupando cargos importantes.
—También se nota más presencia de personajes femeninos...
—Siempre hubo mujeres en los cómics. La tenías a Tormenta, que era todo un ícono y líder de los X-Men. Y ahora hay mucha más demanda de esas chicas en papeles importantes. De hecho, estuve en un proyecto donde estaban todas las chicas Marvel. Fueron cuatro números donde solo salían mujeres; antes no hubiera pasado. A las mujeres antes las dibujaban súper voluptuosas y hoy las están haciendo más realistas. Y no las hacen frágiles sino más musculosas. También pasa al revés: los hombres medían dos metros, estaban tallados y tenían abdominales marcados. Creo que la misma sociedad pide que eso se baje más a tierra para dejar esa idealización física.
—¿Qué te parecen las adaptaciones cinematográficas?
—En los cómics hay guiones impresionantes. Me parece que las personas de Hollywood se dieron cuenta del potencial que tenían los personajes. Descubrieron una mina de oro con un montón de historias. Por ejemplo V de Venganza, 300 y The Walking Dead originariamente son cómics. Hay mucha gente que quizás no lo sabe. Obviamente la película no puede ser como el cómic porque tiene que contar algo y desarrollarlo en mucho menos tiempo. A mí me encanta que estén haciendo las películas porque popularizan las historias y hay gente que a partir de eso se mete en el mundo del cómic.
—¿Las compañías miran a los artistas argentinos?
—Hay cazatalentos de Marvel y DC que vienen a las distintas convenciones del mundo, así que te diría que sí. Pero en Argentina no tengo muchos contactos que hagan cómics. Solo un chico al que conocí a través de DC y que trabaja para esa empresa, nada más. Creo que soy la única mujer.
—¿Qué superhéroe te gustó más hacer?
—Laburé con todos. Hasta hice el preludio de lo que después fue la película Spiderman: Homecoming. Fue genial, me dieron acceso temprano a algunas partes de la película. También me pasó eso con Capitán América y con Ant-Man. Pero el que más amé fue Deadpool. Me encanta el personaje, Cuando leía los guiones me moría de risa sola.