Es probable, tal vez, quizá crucemos los dedos, pero puede ser que esta noche, o sea en unas horas, el aborto sea legal en la Argentina. Luego de un debate de años, la Argentina se aprueba, el aborto va a agregar un elemento más a una línea de conducta que empieza cuando vuelve democracia y que incluye el divorcio, la patria potestad compartida, el matrimonio igualitario, la ley de identidad de género y ahora la legalización del aborto, además de muchas otras medidas concomitantes.
Si el aborto se aprueba, la Argentina va a estar al nivel de los países más democráticos y más avanzados del mundo. Con excepciones, el aborto tiene que ver con la democracia, donde se discutió con libertad. Finalmente, parcial o totalmente se aprobó.
El aborto es sinónimo de laicismo, porque quienes no creemos que si uno un espermatozoide y un óvulo, nace una persona tenemos derecho a no creer y a proceder en consecuencias. El aborto, además de un avance hacia el laicismo, es un avance en la libertad porque le concede a las mujeres el derecho a decidir sobre su cuerpo y no a que les impongan qué hacer sobre su cuerpo.
El aborto, además, es un hecho a favor de la salud pública, porque si es clandestino, las mujeres que de cualquier manera deciden qué hacer sobre su cuerpo tienen que hacerlo en ocultamiento sin buenos médicos, en lugares sucios y con vergüenza.
Aborto: anticipan cambios al proyecto para sumar un voto y lograr la aprobación
La legalización del aborto es un hecho bastante igualitario porque no impone nada a nadie, simplemente protege a quien decide hacerlo y no obliga a abortar a ninguna persona que no decide. Con lo cual, para quienes creemos en todo esto, es probable que esta noche sea un día importante para Argentina, un día histórico. Un día donde las personas que creemos en la libertad tenemos un motivo para celebrar en un año tan difícil.
Naturalmente que esta es una opinión polémica, porque hay personas que creen que esto significa matar un bebé. Bueno, esas personas, porque es una cuestión de creencia, de convicción se ha discutido mucho y nadie puede convencer a nadie de esto, es lo que cada uno cree. Esas personas tienen todo el derecho del mundo a seguir peleando por lo que creen, pero sin castigar a nadie, sin meter a nadie en prisión, sin culpabilizar a nadie. Simplemente han tratado de convencer de que lo que ellos piensan es justo y que lo que corresponde, tal vez en lugar de abortar o interrumpir un embarazo sea continuarlo a pesar del deseo de la madre.
Dicho esto, para cerrar esta columna, lo único que quiero decir es que ojalá que sea ley. Ojalá que esta noche la Argentina haya dado un paso más hacia la libertad.