Para muchas personas, las fiestas suelen ser momentos de nostalgia y un poco de angustia. Miramos la mesa y recordamos las personas que ya no están. ¿De qué manera podemos manejar estas sensaciones?
Hay ciertas frases que se aconseja no decirlas ya que pueden perjudicar al otro y, a su vez, invalidar los sentimientos: por ejemplo frases como “cambia la cara, son momentos para celebrar” “a tu mamá no le hubiese gustado verte triste”
Revertir estos dichos con preguntas como ¿en qué podemos ayudarte? Puede resultar más eficiente para la persona. De esta manera, uno demuestra el interés que tiene en acompañarlo y en escucharlo.
También otra forma puede ser armando una red de apoyo, invitando a nuestros amigos o familiares a compartir sus pensamientos. de igual modo, recurrir a actividades recreativas se cree que podría ayudar a canalizar.
En los tiempos que corren, es difícil parar para reflexionar y los especialistas recomiendan hacerlo en estos eventos donde uno suele reunirse con la gente que quiere.
