SOCIEDAD

A días del cambio de tarifas, aún es difícil conseguir la tarjeta SUBE

Perfil.com encontró que no las venden en puntos de entrega oficiales y algunos denuncian que el Gobierno no las manda. Randazzo da pistas de más aumentos.

El reclamo de todos era el mismo. Había enojo por la indesición y "la falta de respeto para los que necesitamos usar transporte público y no tenemos la plata para pagar el aumento"
| Cedoc

El ministro de Transporte, Florencio Randazzo, habló hoy sobre más caras serán las tarifas en trenes y colectivos para quienes no posean la tarjeta SUBE. Desde que anunció el aumento el jueves, y como ya había ocurrido con las largas colas durante el verano, conseguir el plástico electrónico requiere de perseverancia y mucha paciencia del pasajero. Además, ahora cuesta 15 pesos.

Perfil.com recorrió seis puntos que figuran en la web oficial del Ministerio de Transporte como "centros de obtención". En dos centros de recarga de móviles y Pagofácil ya no entregan las tarjetas desde el verano -según dijeron- y en dos kioscos ubicados en vestíbulos del subterráneo -estaciones Carlos Pellegrini y Alem de la línea B- relataron que el viernes el Gobierno debería haberles entregado un partida de plásticos, pero todavía no lo hicieron.

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En el local de Pagofácil de Suipacha 272 contaron que "desde hace meses" que no dispensan la SUBE y que "todo el día viene gente a preguntar". En otro locutorio que figura en el listado oficial pidieron que no se publicara la dirección "que después vienen y nos cierran la persiana", dijo el dueño a Perfil.com. Allí dejaron de entregar las tarjetas a principios de febrero, cuando un hombre salió de la larga cola y golpeó a su empleado por las demoras.

Donde sí se puede obtener la SUBE es en el subsuelo del edificio de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), Avenida Corrientes 389. Eso sí, a las 14.20 la cola era larga y había que esperar más de una hora para llevarse el plástico.

En los locales de correos es quizás donde menos dificultades hay. En el OCA de Diagonal Norte 625, la demora es de media hora y en el Correo Argentino, de Avenida de Mayo 770, unos 45 minutos.

La bronca de los usuarios comenzó con las largas colas a finales de enero, cuando el ex secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, anunció que subiría el boleto para quienes no tuvieran la SUBE. Por el colapso en la entrega, se abrió una web para solicitarla a domicilio. Se anotaron miles de personas y a muchos nunca les llegó. Al final, las tarifas quedaron congeladas tras la tragedia de Once.

Puntos dispersos. Según el mapa de "puntos de entrega" en la web de la SUBE, en la concurrida estación Constitución no hay ninguno y en Retiro hay sólo uno. En cambio, en la Estación Once (Miserere), la de la tragedia, hay cinco puntos para conseguir la tarjeta magnética. En las adyacencias de la estación Liniers -también de la línea Sarmiento- hay cuatro.

También hay barrios alejados del centro porteño, como Devoto, Villa Urquiza o Parque Avellaneda, donde no hay puestos para obtener la SUBE.

El costo real. A todo esto, el ministro Randazzo afirmó hoy en una entrevista en Telefé que los pasajeros sólo pagan "el 25 por ciento del costo real de un viaje en tren o colectivo" por los subsidios que el gobierno nacional destina a esa área, al confirmar la suba de las tarifas a partir del 6 de agosto para quienes no porten la tarjeta SUBE.

Randazzo sostuvo que "en la zona del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) para el transporte de pasajeros en colectivo se asignan 976 millones de pesos por mes, y en el interior, son 376 millones mensuales, lo que está vinculado a que la gente pueda pagar el pasaje mucho más económico".