Una activista argentina de Greenpeace quedó detenida en Rusia cuando intentó escalar en una plataforma de la compañía estatal rusa Gazprom e intentar detener la primera exploración petrolera en el mar del Ártico.
Camila Speziale, de 21 años, y un grupo de 25 integrantes de la organización ecologista fueron apresados por un escuadrón de la Guardia Costera rusa y según denunciaron desde Greenpeace fueron maniatados y arrodillados en la cubierta del barco, amenazados a punta de pistola.
"Estamos preocupados por la seguridad de Camila y de todos nuestros compañeros", aseguró Mauro Fernández, miembro de la campaña del Ártico de Greenpeace en Argentina. "Le están poniendo el cuerpo a la protección del planeta para frenar el cambio climático y el gobierno de Putin en vez exigirle a las empresas petroleras que no perforen el Ártico, detiene de manera ilegal a nuestros activistas".
Según Fernández, “el gobierno ruso toma medidas injustificadas e ilegales. Este nivel de violencia contra una actividad de reclamo pacífica muestra que las empresas petroleras reciben protección especial por parte de las autoridades, que están más interesadas en silenciar nuestras manifestaciones que en proteger el Ártico".