Luego de la fuerte tormenta que se desató el martes pasado sobre Tucumán, que resultó en siete mil evacuados -especialmente, en las localidades de La Madrid y Granaderos, en el sur de la provincia- y que produjo la ruptura de nueve puentes carreteros, la situación a última hora de ayer mejoraba “lentamente”, según informó Fernando Torres, director de Defensa Civil provincial.
De todas maneras, y pese a los trabajos que se realizaron para poder reintegrar a todas las familias evacuadas a sus respectivas localidades, el funcionario reveló que “todavía quedan unas 500 familias fuera de sus casas”.
Entre las localidades que aún permanecían más afectadas por el temporal se encontraba Lules, la localidad ubicada a sólo 25 kilómetros de la capital, San Miguel.
Desde el Centro Operativo de Emergencia que se montó en Monteagudo, Torres explicó que “si bien el agua está bajando en el sudeste provincial, estamos en alerta permanente, ya que se anuncian nuevas tormentas para los próximos días”.
En este sentido, y de acuerdo con el Servicio Meteorólogico Nacional, para este fin de semana se prevén lluvias en todo el territorio provincial, que se mantendrían hasta el próximo miércoles.
Por otra parte, especialistas en materia climática sostienen que habrá tres “golpes de agua” en el corto plazo. El primero será este fin de semana. El segundo bloque de precipitaciones se prevé para fines de marzo y, el último en la segunda semana de abril.
Amenaza. En Santa Fe, por su parte, la crecida del río Carcarañá se convirtió ayer en un peligro posible para las localidades de la zona sur de esa provincia. Si bien la última semana no se registraron lluvias, el agua proveniente de Córdoba puso en estado de alerta a esa localidad santafesina.
Ayer a la mañana se cortó la Ruta Nacional 34 y se redujo la calzada de la autopista Rosario-Córdoba a la altura del kilómetro 343, según informó Vialidad provincial.