SOCIEDAD
furor de multitudes en cordoba

Beatificarán hoy a Brochero, el cura gaucho

Es el paso previo a la santificación. Unas 200 mil personas participarán durante la mañana de la ceremonia religiosa en el valle de Traslasierra. El merchandising religioso, con todo.

Todos los gustos. El valle cordobés vive un fin de semana histórico, con religiosos, simpatizantes y comerciantes que buscan hacer una diferencia con el particular evento.
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“Usted está en tierra santa.” La inscripción figura en las bolsas que entrega una panadería de este pueblo cordobés, revolucionado por estas horas con la beatificación de su hijo dilecto, el “cura gaucho” José Gabriel del Rosario Brochero. El sacerdote, que falleció hace casi un siglo tras una prolífica labor espiritual, de promoción humana y de desarrollo de la región de Traslasierra, llegará hoy a los altares como beato, el paso previo a la santidad.

En el pueblo que lleva su nombre y en la vecina Mina Clavero son patentes la devoción y la fe de los peregrinos llegados de todo el país. Y junto a ello, el merchandising brocheriano copó todo. No es para menos: la Iglesia local estimó que unos 200 mil fieles participarán de la ceremonia, incluidos 2 mil gauchos de a caballo.

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La imagen del nuevo beato aparece en artículos inverosímiles: desde el aceite de oliva, a $ 25 el litro, hasta portacelulares ($ 30), pasando por “botellitas de la abundancia” ($ 25) y frascos con “tierra santa” de las capillas que construyó Brochero ($ 10). Para quienes están dispuestos a un gasto mayor, se ofrece el “combo brocheriano”, conjunto de mate, bombilla, llavero, broche, imán y estampa, todo por $ 60. Aquí hay de todo: a una casa de productos naturistas llegó un joven que ofreció apostarse frente a la tienda vestido como el “cura gaucho” y haciendo proezas sobre su skate, para atraer clientela. “Me molesta la hipocresía”, dice Pilar, porteña que vive en Mina Clavero, acerca de quienes hablan de Brochero y tratan de hacer su “septiembre”. Viviana, una joven que trabaja como moza en un comedor de la villa, lo ve distinto: “Es un hecho histórico, bueno para el pueblo”.

Eso esperan los hermanos Sergio y Fabián, que en su negocio tienen a la venta 3 mil remeras con motivos brocherianos. Y también las “comadres” Noemí y Sandra, que montaron una cocina en el garage de su casa para comercializar sándwiches de milanesa y bebidas, además de pósters y estampitas. “Invertimos $ 7 mil, esperamos sacar el doble el fin de semana”, confían. Mientras las simpáticas hermanas de la Sociedad de María Misionera acceden a dejarse fotografiar por los peregrinos, decenas de jóvenes de un grupo de San Rafael bailan chacarera en la plaza central. Más acá, Ceferino ofrece banderas en las que conviven las imágenes de Brochero y Francisco bajo el lema “Una yunta llena de fe, amor y esperanza”.

También los artistas participan de la movida. Como Guillermo Hagipantelli, quien hizo 350 esculturas en yeso con la figura del beato. Su casa queda camino al predio de 11 hectáreas del Cristo Blanco, donde a las 10 comenzará la misa de beatificación presidida por el cardenal Angelo Amato, delegado del Papa.

La vigilia incluirá la presentación de artistas, en tanto que en la misa ocupará un lugar central Nicolás, el niño que se salvó de un gravísimo accidente de tránsito cuando era bebé. Hoy, con 13 años, el protagonista del milagro que permitió el acceso de Brochero a los altares sonríe desde una foto, con una estatuilla de Brochero en su mano y la camiseta de Belgrano adherida a su piel.