En 25 de Mayo, la localidad bonaerense de poco más de 23 mil almas de la que era oriundo Santiago Maldonado, comenzó ayer su despedida. En las primeras horas de la tarde llegaron a la casa velatoria sus papás, sus hermanos y sus cuñadas. A partir de las 16 se abrieron las puertas al público. Amigos, vecinos y gente que no lo conoció, pero quiso acompañarlos y darle su último adiós, fueron parte de los asistentes. El único pedido de la familia Maldonado fue que nadie llevara celulares ni cámaras, como tampoco identificaciones o banderas partidarias.
Durante las primeras horas de hoy continuará el velatorio, que se extenderá hasta las 11. Después, el círculo más íntimo lo despedirá en el Cementerio Parque Paraíso, en las afueras de la ciudad a la que Santiago tenía planeado emprender el regreso el 4 de agosto, como le había prometido a Stella, su mamá. Nunca pudo hacerlo. Tres días antes de esa fecha desapareció en medio de un violento operativo de desalojo de la Ruta 40 por parte de Gendarsimería. Su cuerpo apareció en las aguas del río Chubut el 17 de octubre.
Este viernes, la junta médica que analizó los resultados complementarios de su autopsia estableció que murió de “asfixia por inmersión” e hipotermia.
En el comienzo de la despedida del joven tatuador de 28 años estuvieron sus papás, Stella y Enrique, en la casa velatoria Serrano. Carteles y fotos pegadas en el asfalto fueron parte de las muestras de afecto y acompañamiento que recibieron. Luego se sumaron Sergio y Germán, los hermanos mayores de Santiago, y sus parejas, Andrea y Carolina.
Tras unos momentos a so las, comenzó el ingreso general, que fue multitudinario y continuaba al cierre de esta edición. Los referentes de izquierda Nicolás Del Caño y Myriam Bregman también asistieron.
El hermano de Santiago Maldonado recibió el saludo de amigos y vecinos durante el velatorio. La imagen del joven tatuador que murió ahogado se multiplicó por las calles de 25 de Mayo.
Desde las primeras horas de la mañana hubo un fuerte operativo de seguridad en los accesos a la ciudad, en distintas áreas del centro, y se valló la zona del velatorio, para evitar posibles disturbios. Lejos de eso, en el lugar hubo respeto y dolor.
Santiago nació y creció en 25 de Mayo, hasta que hace diez años se fue a estudiar Bellas Artes a La Plata. Un tiempo después abandonó la carrera y comenzó a viajar por Argentina y parte de Latinoamérica. Uruguay, Brasil, Paraguay y Chile fueron algunos de sus destinos. Desde el país trasandino llegó a El Bolsón, donde vivió en una biblioteca comunitaria hasta el 31 de julio, cuando se trasladó al predio donde habita la comunidad mapuche, en la zona de Cushamen.
Apenas unos días antes se había mensajeado con su mamá y combinado la vuelta a su pueblo. Ese mensaje, del 27 de julio, era la prueba cabal de que no era él la persona que el puestero Evaristo Jones acuchilló la noche del 21 de julio. Una pista en la que insistió el Ejecutivo en su afán de deslindar a Gendarmería de la desaparición ante las acusaciones de los mapuches.
